Las ibicencas Pilar Escandell y Carla Tur han pasado de vivir la distopía de la pandemia del Covid-19 a protagonizar el más dulce de los sueños sobre las pistas de pádel del recinto deportivo Madrid Arena. La pareja pitiusa se ha colado en la historia del pádel después de alcanzar los octavos de final en el torneo Estrella Damm Madrid 2020, en la que ha sido su primera participación en una prueba del World Padel Tour. El evento más prestigioso del mundo ha descubierto esta semana la calidad y el tesón de las ibicencas Escandell y Tur, que pasarán a los anales del circuito mundial al colarse en el cuadro final de la competición desde su condición de invitadas (el denominado pase 'wild card').

Tras superar cinco eliminatorias contra todo pronóstico, cuatro de ellas en la fase pre-previa y otra en dieciseisavos de final, las isleñas se despidieron ayer de la cita internacional en octavos, en otro esfuerzo agonístico, al caer frente a las hermanas Mapi y Majo Sánchez Alayeto, ex números uno del ranking mundial.

La pareja revelación del torneo se enfrentaba en la pista 2 del Madrid Arena a su mayor reto hasta el momento. Las «Wild Card históricas», como las ha denominado la organización del evento, buscaban su sexta victoria consecutiva en un desafío muy complicado para las debutantes, y más cuando las Alayeto arrancaron el partido con un 'break' en el juego inaugural. Una distancia que ampliaron más tarde para cerrar el primer set con 6-2 en media hora de partido. Las zaragozanas continuaron con las buenas sensaciones durante el segundo, y cada vez más contundentes, consiguieron hacerse con el dominio absoluto del partido ante unas jugadoras ibicencas totalmente agotadas tras el maratón de victorias. El 6-0 final no logró apagar el sueño de Escandell y Tur, que regresan a la isla deshechas de felicidad.

'Muertas', pero felices

'Muertas', pero felices

Tras el encuentro, Pilar Escandell explicó en declaraciones a Diario de Ibiza que las gemelas han sido las mejores del mundo durante cinco o seis años y que juegan «a otro nivel, con otro ritmo totalmente distinto». «Aunque no es excusa, físicamente estábamos al límite, muy cansadas y costaba moverse. El cansancio se ha notado y si de 'patas' no andas bien, llegas tarde», argumentó la extenista ibicenca.

Según reconocieron, su objetivo inicial era «ganar un partidito y ver el nivel» de las rivales, dada su condición de debutantes. «Llegamos con la cara de pardillas pensando que nos iban a pintar la cara, pero con mucha ilusión, pasito a pasito y gracias a nuestra motivación y a la energía de la gente hemos hecho historia en el pádel. Es la primera vez que unas chicas con 'wild card' y empezando en pre-previa se meten en octavos de final. Estamos muy contentas y sorprendidas por el resultado. Hemos flipado porque no esperábamos esto para nada», confesó Escandell, de 35 años, antes de coger el vuelo de regreso a Ibiza.

Su compañera Carla Tur también puso rumbo a la isla con la mochila cargada de felicidad y energía. «Estamos muy contentas, ha sido un torneo que no nos esperábamos para nada, ni siquiera acceder con la invitación. Hemos ido jugando cada partido más sueltas y más sólidas, y hemos podido llegar a octavos del cuadro principal. A ver si se puede volver a repetir», subrayó la extenista de 26 años, que se marchó «muy satisfecha con la experiencia y con el resultado» y encantada con la organización, que llevó a rajatabla el protocolo sanitario por el Covid-19, según puntualizó Tur.