La actitud que muestran muchachos como el ibicenco Carlos Vall Enrile en los terrenos de juego no solo supone un ejemplo para compañeros, rivales y para los propios padres; desde esta temporada también se ha convertido en un motivo de reconocimiento por parte de la Federació de Futbol de les Illes Balears.

Hace dos campañas, la joven promesa del Rápid, que ahora tiene 9 años de edad, protagonizó un partido para el recuerdo en el campo de Sant Rafel. Carlos, que entonces contaba con 7 años y jugaba en la categoría prebenjamín, destacó por realizar varios gestos muy humanos y deportivos como fueron ayudar a levantarse a varios jugadores contrarios que se habían caído sobre los charcos, animar a los rivales o mostrar preocupación por quienes se habían hecho daño en alguna acción del partido.

«Era un día feo de invierno y caía una lluvia bestial. El campo no estaba para jugar mucho, pero el equipo iba muy bien y ganaba por una diferencia considerable. Es verdad que algún niño se caía y Carlos, por su forma de ser, que tiene cosas buenas y malas en el campo, pues les ayudaba. A uno de los chicos le animó y le dijo que iban a meter algún gol», relata Carlos Vall, el padre del joven integrante del Rápid. Entonces, tras un córner que sacó el mediocentro ibicenco, «dos nenes se chocaron en el salto y el del otro equipo se hizo daño». «Carlos fue corriendo a ayudarlo -prosigue su progenitor- y el árbitro, que era 'Valencia', hizo el gesto de sacarle una a cartulina a mi hijo, aunque sin mostrársela. Entonces nos miramos todos sorprendidos. El árbitro se acercó a la grada y nos lo explicó».

El colegiado había mostrado la 'tarjeta blanca' a Carlos Vall, un reconocimiento por su actitud de fair play que le ha hecho acreedor de un galardón autonómico, un premio que recibió el pasado sábado en el II Congreso de Fútbol Base de la FFIB celebrado en Palma de manos de su presidente, Miquel Bestard.

El padre del jugador recuerda con orgullo el comportamiento de su hijo, pero puntualiza que no se trata de algo aislado en el fútbol base de las Pitiusas. «Carlos fue el representante de Ibiza y Formentera en el congreso pero ha habido más casos de niños y entrenadores que han tenido comportamientos dignos de mención. Carlos es la cara visible, pero lo importante es el gesto que se pretende con la cartulina blanca», puntualiza Vall, quien aplaude la iniciativa puesta en marcha por el ente federativo provincial a raíz de la vergonzosa pelea que protagonizaron varios padres en un partido disputado en Alaró en marzo de 2017. «Se trata de demostrar que el juego limpio, los valores deportivos y comportarse de manera correcta tiene su recompensa. El caso de mi hijo tuvo revuelo porque fue cuando pasó lo de Alaró, pero ha habido muchos otros», precisa Vall.

Lo cierto es que en el fútbol provincial se han producido gestos loables y enriquecedores para la salud deportiva y la educación de los chavales. Como el ocurrido el pasado mes de mayo de 2018, cuando el jugador del equipo prebenjamín de la Peña Deportiva Alejandro Verdeja tiró fuera un penalti adrede como gesto deportivo. Su entrenador, Jay Clarke, un joven de solo 18 años, obligó a su pupilo a que fallara la pena máxima ya que se produjo tras un error involuntario de un futbolista del Rápid.

Un jugador de la Peña falla un penalti por orden del árbitro

Un jugador de la Peña falla un penalti por orden del árbitro

Un prebenjamín de la Peña falla un penalti adrede como gesto deportivo

Y más recientemente, el 1 de diciembre, el entrenador del juvenil B del San Francisco mallorquín, Amedeo Spadaro, dio la orden a sus jugadores de que se dejaran meter un gol en el partido disputado ante la UD Ibiza porque el conjunto mallorquín había anotado un tanto cuando un futbolista del conjunto pitiuso estaba en el suelo lesionado.

Desde hace temporada y media comienza a ser habitual ver colegiados mostrando la tarjeta blanca a jugadores o técnicos por gestos deportivos y juego limpio.

«Es un líder en el campo»

El actual entrenador de Carlos Vall, el portero de fútbol sala Juanan Torres, destaca sobre su alumno que «aparte de ser buen jugador de fútbol trabaja bien en equipo, es buen compañero, es muy comunicativo y siempre trata de ayudar». Carlos es «un líder en el campo», según su entrenador en el Rápid benjamín, porque «ayuda a colocar al equipo, anima y reúne bastantes valores». Por eso Juanan Torres considera que el joven centrocampista «se merece bastante el premio» concedido por el Comité balear.

El técnico ibicenco coincidió con el padre de Carlos en que lo sucedido en Sant Rafel «no es un hecho aislado». «En todos los partidos se dan situaciones peculiares en las que los niños son ejemplo para los mayores. Colaboran con los árbitros, ayudan al otro equipo y no priman el resultado. Están contentos por jugar y pasarlo bien», argumenta.

Torres también quiso dejar claro que en clubes como el Rápid van «más allá de la competitividad». «Tratamos de inculcar el juego limpio, la deportividad y el trabajo en equipo. Hay otros valores más importantes ya que no siempre se puede ganar», concluye.