Jonás Souto (Pontevedra, 08-12-2001) nació con un taco bajo el brazo. Criado en un local de billar en el centro de Ibiza (Ilusions Pool Café), no es de extrañar que este joven aprendiera a conectar bolas sobre el tapete antes de que le salieran los dientes. A los 3 años cayó de espaldas desde una mesa de billar y quedó inconsciente. Ahora, con solo 16 años, es uno de los mejores jugadores del país y precisamente hoy viaja a Holanda con la misión de proclamarse campeón de Europa júnior.

¿Lleva la cuenta del número de trofeos y medallas que acumula en su estantería?

Pues llevo ganando el campeonato júnior (sub-18) cuatro años, pero en las dos modalidades (bola-8 y bola-9), o sea que serían como ocho campeonatos de España. Yo normalmente disputo también el absoluto, y el quinto puesto conseguido en el último Campeonato de España es mi mejor resultado; lo valoro más que haber logrado el título de mi categoría.

Cuando se ganan tantos premios, ¿estos pierden valor?

Quedar primero en algo que te gusta o en tu hobbie siempre es bonito. El billar es algo que no me tomo como profesional, aunque la gente me dice que se me da bien. Ganar o hacerlo bien sienta muy bien y sobre todo que tu familia y tus amigos te feliciten y que te apoyen, mola.

¿Cuál es la clave para llegar lejos en este deporte?

Hay dos tipos de personas: a los que les gusta mucho el billar y quieren jugar bien pero no tienen talento y tienen que esforzarse mucho y entrenar cuatro horas diarias para ser profesional, y luego el que tiene un talento o tiene un don; le salen solas las cosas. Con dos horas le gana facilmente a esa otra persona.

Lo suyo, evidentemente, es el segundo caso

Eso dicen [risas]. No me gusta definirme.

¿Cómo se inició en el billar y cuándo comprendió que podía llegar lejos?

Mi madre y su marido tienen un club de billar y bar, con cinco mesas de billar. Yo de chiquitito siempre he estado ahí, desde los dos años. Siempre he estado viendo jugar al billar. Yo creo que a partir de esa caída desde la mesa me empezó la pasión [risas].

¿Cuánto tiempo y esfuerzo dedica para llegar tan alto en este deporte?

Hace dos años me integré en un Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Murcia y ahí entrenaba cuatro horas diarias de lunes a viernes, a parte de las competiciones nacionales e internacionales. Ahora en Ibiza no entreno tanto, a lo mejor dos horas diarias.

¿Cómo ve su futuro? Imagino que por muy bueno que sea no se puede vivir del billar...

En este deporte es muy importante la suerte. Si no tienes suerte, olvídate. Ahora estoy estudiando, quiero hacer FP, y mis padres tienen el club de billar. Ahora que puedo quiero seguir porque sé que me quedan muchos años para jugar al billar. En algún momento se acabará, a no ser que yo tenga suerte. Los dos mejores billaristas de España, por ejemplo, están contratados por una empresa y les pusieron casa y un sueldo por jugar al billar. Esa es la vida perfecta: haces lo que te gusta y encima cobras.

¿Ibiza se le queda muy pequeña para entrenar y competir?

Sí, porque hay una media de 30 jugadores absolutos, y solo somos dos en mi categoría.

¿Tiene entre ceja y ceja convertirse en el mejor jugador de billar a nivel nacional?

Eso siempre lo que he querido, desde pequeñito decía: «Yo quiero ser campeón de España mamá, quiero ser el mejor». Y a ver si hay suerte. Todavía tengo 16 años y cuatro jugadores por delante. Sobre todo los dos primeros están un escalón por encima del resto.

Hoy viaja al Campeonato de Europa júnior, en Holanda. ¿Qué objetivos se marca?

Es la cuarta vez que voy, todas ellas en categoría pupil o sub-16. Ahora que ya he pasado la edad, hasta sub-18 es júnior. Sobre todo voy con el objetivo de hacerlo bien y disfrutar. Nunca lo he dicho pero esta vez quiero mentalizarme en ganar, ganar y ganar. Para mí eso de tener 'buenas sensaciones' ya ha pasado. Quiero ir a ganar. En Europa hay otro nivel y va a ser muy duro. Por ejemplo el campeón del mundo es júnior y europeo. Tienes que tener suerte en los enfrentamientos, pero esto no es como el fútbol; a ti nadie te puede quitar las bolas de la mesa. Si las metes todas, ganas. Este año son 18 días de Europeo porque es el 40 aniversario de la Federación Europea y jugamos todas las categorías.

¿Qué opinión tiene del trabajo de la Federación Española y de las ayudas públicas?

Los campeonatos de Europa los paga la selección, pero los Eurotours no entran. El billar en España está mal pagado, el Consell me da becas, pero nada en metálico. Me da igual que paguen porque es mi afición. Lo que me gustaría es que pagasen los billetes.