El fútbol base pitiuso ha secundado hoy el paro contra la violencia que acordaron este pasado lunes los presentantes del balompié balear como repulsa a los últimos incidentes producidos en los campos de las islas. Los partidos que se jugaron en las categorías que van de prebenjamines a cadetes se detuvieron durante un minuto para condenar actos como la trifulca entre aficionados en un encuentro de infantiles en Alaró o el intento de agresión a un entrenador en un duelo de alevines en Eivissa, ambos la semana pasada.

En la mayoría de ellos se ha heccho en el minuto 3, como estaba establecido, pero en alguno se ha retrasado la medida por el olvido del colegiado, de los entrenadores y del delegado de campo. Eso a pesar de que la delegación insular y el colectivo arbitral pitiuso habían enviado una circular informando de lo que se debía hacer. «El minuto de parón se ha hecho en todos los partidos que tocaba», ha explicado Julián Córdoba, responsable de los árbitros de fútbol de Eivisa y Formentera.

En casi todos los encuentros se ha optado por reunir a los jugadores en el centro del campo, junto al árbitro, y guardar un minuto de silencio como condena a los acontecimientos que han abochornado al fútbol balear.

En otros duelos del día simplemente se ha parado el juego y los futbolistas han esperado a que se cumplieran los 60 segundos de rigor. Así se ha hecho en el partido de alevines que han disputado esta mañana el Insular A y el Portmany B en el estadio de Can Cantó, el mismo en el que el pasado lunes 13 de marzo el padre de un futbolista del Insular B alevín intentó agredir al técnico por discrepancias con este.

El parón se ha dado por concluido con los pocos espectadores presentes en las gradas, algunos de los cuales desconocían la medida de repulsa, con la que se puede haber marcado un antes y un después en los episodios de violencia en el fútbol balear.

Día sin incidentes

De hecho, según ha señalado Córdoba, no se ha producido «ninguna incidencia» en los partidos del sábado. Los árbitros también habían acordado, esta misma semana, detener los encuentros al segundo insulto que escucharan en el terreno de juego o en la grada, pero afortunadamente la jornada fue tranquila.

Las miradas también estaban puestas en Alaró, donde el pasado domingo se produjo una batalla campal entre padres de jugadores de los equipos infantiles del Alaró y del Collerense. Una pelea que tuvo repercusión nacional e internacional y que fue la gota que colmó el vaso en busca de soluciones contudentes contra los actos violentos en el fútbol balear.

Hoy, en el encuentro de cadetes entre el Alaró y La Unión los jugadores de ambos cojuntos saltaron al terreno de juego acompañados de sus padres. Desplegaron una pancarta en la que se ponía de manifiesto el rechazo a la violencia con el siguiente mensaje: ´Deixau-nos gaudir de l´esport´. Luego se interrumpió el partido un minuto, medida que se aplicará también en los partidos de hoy.