Un ibicenco, Vicent Marí Ribas, es el apicultor con la mejor miel de otoño de las islas. Así lo decidió ayer, tras una dulce cata, el jurado del III Concurso de Mieles organizado por la Associació d'Apicultors d'Eivissa. La del ibicenco obtuvo 113 puntos, la calificación más elevada no sólo de esta categoría sino de las tres que se valoraban en el certamen. De hecho, los tres premios estuvieron muy repartidos.

Si la de Marí fue elegida la mejor miel de otoño de Balears, la más votada en la categoría de miel de primavera fue la de un menorquín, Pau Garriga Camps, que consiguió 103 puntos. En el apartado de miel original la victoria fue para Bartomeu Fullana Ferrer, un apicultor de Mallorca que consiguió 98,5 puntos del jurado, integrado por representantes de los apicultores de las cuatro islas y dos de los restauradores de Ibiza. «Son exquisitas. Cumplen todos los requisitos de viscosidad, sabor, aspecto...», afirma el presidente de la Associació d'Apicultors d'Eivissa, Vicent Marí —«yo no soy el que ha ganado, que los miembros del jurado no podemos participar», se apresura a aclarar—, exultante por la participación en el concurso. Nada menos que 78 mieles de todas las islas, «28 más que el año pasado».

Y todas las tuvieron que catar los siete integrantes del jurado. «Mejor no hacernos análisis en una semana, nos hemos quedado muy dulces», bromea Marí, que detalla que el pan, el agua y las manzanas que hay sobre la mesa son para «limpiarse el paladar» entre miel y miel.

Marí achaca la elevada participación al «interés» que despierta el certamen, cuyos 500 euros de premio lo convierten, además, en el mejor dotado de estas características «en toda España». Ese interés ha traspasado las fronteras insulares y confiesa que anda dándole vueltas a la idea de organizar en Ibiza un certamen de mieles del Mediterráneo. De momento, sin embargo, está centrado en conseguir la Indicación Geográfica Protegida para la de Ibiza. Está convencido de que lo conseguirá y que ésta será la octava en el país en recibir este distintivo.

«Nuestra miel está a la altura de otras que tienen mucha más fama, como la de la Alcarria», afirma el presidente de la asociación, que destaca también el éxito que tiene este producto en los puntos de venta. «La gente la compra no sólo como producto local, sino porque le gusta y porque ve que es una miel muy buena», señala.