Barbet Schroeder (Teherán, Irán 1941) vive como cuando llegó a Ibiza en 1952, sin luz eléctrica, lejos del asfalto, en el límite suroeste de es Amunts, cerca del impresionante Cap Nonó, en la sencilla casa que compró su madre Úrsula; tiene sólo una planta y, como decía Josep Lluís Sert sobre las casas del campo ibicenco, «es de una arquitectura tradicional, realizada sin arquitectos»; la sólida construcción ya ronda los cien años.

La madre se quedó en la isla, aprendió el ibicenco y las formas de vida de sus vecinos, que la iniciaron en la pesca y en la navegación del pequeño bote que compró. Úrsula falleció el pasado año en la casa a la edad de 102; ahora, sus hijos, Catalina y Barbet Schroeder, mantienen viva la casa con sus respectivas familias.

Schroeder está casado con la prestigiosa actriz Bulle Ogier, a quien dirigió en varias películas; Ogier representó hace unos meses en el Teatre Lliure de Barcelona, junto a María de Medeiros, 'Un amor imposible', de la escritora Christine Angot.

Barbet Schroeder es epígono de la Nouvelle Vague; con 23 años funda, junto a Eric Rohmer y otros cinco directores, 'Les Films du Losange', productora cinematográfica aún activa con producciones entre otros de André Wajda o Michael Haneke; esta empresa producirá inolvidables títulos de la Nouvelle Vague. Schroeder trabajó junto a Jean-Luc Godard, Erich Rohmer, Jaques Rivette y Claude Chabrol, entre otros.

Où en etes-vous, Barbet Schroeder? - OV with English subtitles from Les Films Du Losange on Vimeo.

Cine total

No es el momento, ni tenemos espacio para pormenorizar la enorme obra de este cineasta del mundo que parece abarcarlo todo: productor, director, guionista, actor, etcétera. Tampoco caben aquí todos los premios y reconocimientos otorgados desde su nominación al Oscar en 1990 por 'El misterio Von Bülow', desde el Festival de San Sebastián al de Venecia o Cannes, ni las continuas retrospectivas de filmotecas de todos los continentes, de instituciones como el Centro Pompidou de París o el MOMA de Nueva York.

Acotemos el territorio. Los documentales de Schroeder ofrecen en ocasiones los lados ocultos y sombríos del ser humano; la crítica los ha denominado como «trilogía del mal»; el 'General Idi Amin Dada: Autorretrato' (1974) nos acerca al primer plano de este cruel dictador ugandés; es el primero, luego vendrán 'El abogado del terror' (2007), sobre el abogado Jacques Vergès, defensor de toda clase de terroristas y criminales, entre otros el nazi Klaus Barbie, y cierra la trilogía con 'El venerable W.' (2017) centrada en Wirathu, un líder budista que promueve en Myanmar (Birmania) el odio racial y la islamofobia contra la minoría rohingya.

Para muchas personas quizás sea su etapa en Hollywood la más conocida; su 'Asesinato 1,2,3?' (2002) tiene continuas reposiciones en la televisión, protagonizada por Sandra Bullock y Ryan Gosling; pero antes, en 1985 realiza una serie de impagables entrevistas para la televisión a su amigo Charles Bukowski, y en 1987 adapta su novela 'El borracho', con Mickey Rourke, Faye Dunaway y Bukowski haciendo de sí mismo. En 1990 continua su intenso trabajo con 'El misterio Von Büllow', con Glenn Close y Jeremy Irons, que ganaría el Oscar al mejor actor; 'Mujer blanca soltera busca' (1992), con Bridget Fonda y Jennifer Jason Leigh; 'El sabor de la muerte' (1995), con Nicholas Cage y Samuel L. Jackson; 'Antes y después', con Meryl Streep y Liam Neeson, o 'Medidas desesperadas' (1997), con Michael Keaton y Andy García.

Al comienzo de la nueva década, Barbet Schroeder da una otra vuelta de tuerca, un regreso a los orígenes. Adapta la novela 'La virgen de los sicarios', de su amigo el escritor Fernando Vallejo; rueda en Medellín con un modesto presupuesto, actores no profesionales, con la ciudad en plena guerra entre los cárteles de la droga; reciben continuas amenazas de muerte; y, sin embargo, es una de sus películas más interesantes. Posteriormente este nómada de la cámara se traslada a Japón donde rodará 'Inju' (2008), una sorprendente inmersión en la cultura nipona.

'Amnesia' (2015), con Marthe Keller, Max Riemelt y Bruno Ganz, le trae de nuevo a rodar a Ibiza. Subyacen en la trama tres planos; tiene carácter biográfico: Schroeder retrata a su madre de origen alemán que, a partir de los 16 años, renuncia a hablar su idioma a raíz del auge del nazismo; comenzará a hacerlo en francés o en ingles, es una amnesia elegida. En paralelo aparece junto a ella su vecino, un joven músico alemán que trabaja como dj en la discoteca Amnesia, en la naciente industria del techno que se desarrolla en los años 90 en Ibiza, que es cuando está ambientada la película; un tercer plano más crítico y menos conformista tiene que ver con la amnesia que sufren parte de las personas de Ibiza, que han renunciado a un pasado muy rico culturalmente y geográficamente para ofrecerlo al mejor postor: sería una amnesia de la identidad colectiva de un pueblo.

'More'

¿Qué le llevo a dirigir su primera película a los 27 años de edad en los escenarios de París, Ibiza y Formentera, una road movie hoy catalogada como obra de culto?

Llevaba varios años trabajando con los mejores directores del cine, sentí que era el momento, tenía una historia que contar y sabía que Ibiza era el lugar. El núcleo central de la película 'More' está basado en una relación que tuve con una novia que había dejado la heroína y me insistía en volver a la droga, que yo la acompañase; no lo hice y nuestra relación terminó. A partir de ahí incorporé otros elementos al guion, cosas que ocurrían en Ibiza, nazis prófugos de la justicia europea que se ocultaban en la isla bajo la apariencia de honrados y ejemplares empresarios de hostelería, personajes increíbles que adoptaban identidades cambiantes y en permanente transición, personajes camaleónicos; aquí estaba el gran falsificador Elmyr de Hory y el no menos impostor, el marchante Fernand Legros; en la película 'More' participó como actor el gran muñidor encargado de transformar lo falso en real, en auténtico, el genial y prolífico escritor Clifford Irving, autor de '¡Falso!' (Fake), sobre la que Orson Welles hizo una película; Irving había escrito una biografía a la medida de Elmyr y otra también fabulada sobre el excéntrico millonario Howard Hughes. Ibiza era el lugar donde se vivía la verdad de una gran mentira.

Pero en su película 'More' el joven licenciado en matemáticas Stefan, interpretado por el actor alemán Klaus Grünberg, dice al comienzo de su periplo rumbo a París en autostop que su destino es Fez en Marruecos .

Stefan, como cualquier joven del mundo de cualquier tiempo, busca su lugar en la sociedad, su identidad. Él habla de ir a Fez porque allí está una de las universidades más antiguas del mundo; no sólo busca la luz del sur, como sus compatriotas alemanes ya desde la época del romanticismo, él busca la luz del saber, del conocimiento; los planes cambian cuando un camionero lo deja en París y va a parar a una fiesta donde conoce a Stelle (interpretada por la actriz estadounidense Mimsy Farmer): llegan a Ibiza casi por casualidad, como otras muchas personas.

Rumbo a formentera

formenteraLa conversación con Barbet Schroeder continúa en el barco a Formentera, donde el director quiere ver el estado del molí d'en Teuet en Sant Ferran, del siglo XVIII, donde se rodó la escena que resulta una clara alegoría al 'Don Quijote' de Miguel de Cervantes. Fuera de sí, Stefan, con un simple palo a modo de lanza, pretende enfrentarse al 'gigante', al 'mal' que representa el traficante de heroína, el nazi reconvertido en honorable empresario; el personaje del Dr. Ernesto Wolf, interpretado por Heinrich G. Ludwig, en realidad es la persona que mueve la heroína en la isla, aunque no la toca, para eso están los jóvenes 'camellos', Stelle y Stefan que ya han 'caído' en su red y a quienes mueve como marionetas desprovistas de voluntad propia.

¿Cómo resultó la búsqueda en 1968 de un molino que estuviera activo?

Complicado; creo que era el último de los molinos operativo en las Pitiusas; su propietario, Vicent Mayans, tuvo que hacer algunos pequeños arreglos para ponerlo a punto; el sonido dentro del molino era impresionante, inolvidable y único porque ya nunca más volví a escuchar algo similar; no lo pudimos grabar porque no pudimos trasladar el pesado equipo del sonido directo; cada una de las piezas de aquel formidable engranaje era única, auténticas piezas de arte. Ahora resulta triste verlo en este estado de abandono.

En 'More' aparece en varias ocasiones, en París e Ibiza, un personaje, un pícaro de los bajos fondos, Charly, interpretado por Michel Chanderli, que roba a los ricos para dárselo a los pobres; viene a ser un trasunto de Sancho Panza, de un escudero al que Stefan no acepta como tal; quiere ser el lazarillo de su amigo, 'ciego' de amor por Stelle: le advierte de las realidades más evidentes, que Stefan niega porque no quiere verlas; le dice que su amada Stelle ya ha «destruido la vida de dos buenos hombres», y sin embargo?

Nadie rechaza más la ayuda que aquel que más la necesita: Charly representa la generosidad y la bondad de los extraños con la que a veces la vida nos sorprende. En París es su primer contacto, su guía por una ciudad áspera y difícil; en lugar de robarle, le pone un poco de dinero en el bolsillo; cuando aparece de nuevo en Ibiza viene de hacer un 'trabajo' en el Líbano, y vuelve a ofrecerse como escudero; quiere llevárselo a París y allí cuidarlo y ayudarlo para que abandone la heroína; desgraciadamente, Stefan no le escucha, continuará en su anhelo por conseguir el amor de Stelle, y llegar hasta el final.

En algunas de sus películas el personaje central intenta apurar la aventura hasta un límite extremo, sin apenas espacio para la reflexión o la rectificación. También es muy interesante el diálogo de Stefan sobre la identidad germana: «Para la cultura alemana, no es posible el placer sin tragedia».

Me gusta mostrar a los personajes sin juzgar: tienen que confrontar un dilema moral que puede llevarles por caminos difíciles y en ocasiones contradictorios.

'More' trata temas pocas veces vistos antes en el cine: las drogas, la libertad sexual, los nazis ocultos en Ibiza; aunque en Formentera también se 'escondía' Hans Langguth, que aparece como figura destacada en la novela 'Odessa' de Frederick Forsyth.

No fue fácil sortear el control de la censura; tuvimos que rodar en Ibiza casi en la clandestinidad y muy rápido, durante los meses finales de 1968, pero también tuvimos problemas en Francia, donde estuvo varios meses prohibida; no obstante conseguimos estrenar la película en 1969: desde el primer momento fue un éxito extraordinario. En España no pudo verse hasta después de la muerte del general Franco. El estreno en Francia y Alemania originó tal interés y curiosidad de los espectadores por los lugares donde rodamos que se organizaron durante varios años vuelos chárter durante el verano para conocer los sitios de Ibiza y Formentera que aparecen en la película.

¿Como consiguió la colaboración para la banda sonora del grupo Pink Floyd y al cámara Néstor Almendros.

Resultó muy fácil; me gustaban mucho, era mi grupo favorito; ellos colaboraron también en mi segunda película, 'El Valle'. En enero de 1969 les llame por teléfono a Londres; conocían muy bien Formentera, donde habían estado durante el verano de 1968; les envié la película en 35 mm., les gustó, me fui a Londres y en una pocas semanas de un trabajo muy intenso compusieron los temas y se realizó la grabación de la música; desde aquellos días mantengo una buena amistad con Roger Waters. Con Néstor tenía una amistad que se había iniciado en 1964; él y su familia se habían exiliado en Cuba tras la guerra civil española; había estudiado en Nueva York y Roma, poseía una enorme cultura y un gran talento; su película 'Gente en la playa' (1960) no fue bien recibida por el régimen de Fidel Castro, porque mostraba demasiados negros en las playas de La Habana. Tuvo que volver a exiliarse, esta vez en Francia; vivía en París de forma austera, casi espartana, nadie quería darle trabajo, era visto como un traidor a la revolución de Castro. Además de 'More', trabajó en varias de mis películas; en 1978 consiguió un Oscar de Hollywood a la fotografía de 'Días del cielo', dirigida por Terrence Malick; luego vino el premio César en Francia por 'El último metro' (1980), de François Truffaut, y su trabajo con los mejores: Roberto Rossellini, Peter Bogdanovich, Alan J. Pakula, Robert Benton o Martin Scorsese, entre otros. Hasta su fallecimiento en Nueva York en 1992 mantuvimos una solida y sincera amistad.

Usted ha nacido en Irán, ha vivido en Colombia, Francia, Estados Unidos, España, Suiza: ¿De dónde se siente?

Nací en Teherán porque mi padre trabajaba para empresas petroleras buscando los yacimientos del crudo; a los cinco años de mi nacimiento lo contrataron en Colombia; allí estuvimos hasta que cumplí los once. Creo que el poeta tiene razón cuando dice «mi patria es mi infancia»: mi patria es Colombia; tengo cultura francesa, pero mis recuerdos más queridos son de la infancia en Colombia; muchos años después de marchar de allí, mi hermana y yo continuábamos hablando en castellano; vivíamos en Bogotá pero viajábamos por toda la provincia de Antioquia, aprendí a nadar en Cartagena de Indias, muchos de los recuerdos que apenas duraron unos minutos aún permanecen vivos décadas después. Mi aprecio por Colombia se traslada a sus gentes, su historia y su cultura. Admiro y soy muy amigo del escritor colombiano Fernando Vallejo, con quien adapté su novela homónima 'La Virgen de los sicarios' para realizar la película en el año 2000 en unas circunstancias muy difíciles, pues recibíamos amenazas tanto de la policía, de los paramilitares, como de los cárteles de la droga. Rodamos con dos guardaespaldas para mí y dos para el equipo en unas condiciones de extrema violencia; afortunadamente, ahora las cosas han cambiado en Medellín: Vallejo, que estaba exiliado en México, ha podido regresar a su ciudad.

¿Qué personas y lugares recuerda de su llegada a Ibiza a comienzos de los años cincuenta?

Desde que llegué a la isla hasta hoy no ha dejado de impresionarme el enorme espacio de territorio desde el Cap Nonó hacia el norte y el este, es Amunts, los acantilados por los que sigo descendiendo con cuerdas, los paisajes de cultivo del interior, las viejas ruinas abandonadas, los antiguos hornos de cal y de carbón, la Sierra de Malacosta, es Puig des Fornàs, o el Puig Gros, las impresionantes vistas desde Punta Xarraca. Me gustaría que ese territorio se preservara como Parque Natural para futuras generaciones: esa es la Ibiza que amo, la que me deslumbró y la que quisiera poder seguir disfrutando. Allí habitan los mejores ibicencos, los más fuertes, hombres y mujeres que han sabido decir «no» a la tentación del dinero, que se mantienen firmes a unos valores y una cultura tradicional que ya solo allí se mantiene. Si tengo que mirar al retrovisor de la memoria, hubo unas personas, una familia que para mí significó mucho, primero siendo un niño, luego como adolescente y también en la edad adulta: Margarita y su marido Joan Boned, Juanito de sa Cala; era un payés sabio, en muchos aspectos fue mi maestro en aquellos temas prácticos que no aprendes en el instituto ni en la universidad, en cuestiones esenciales de la vida. Había emigrado a América y se había establecido durante un tiempo en Cuba como cocinero, después de desempeñar los más variados trabajos; debido a un accidente había perdido una mano, pero jamás he visto a nadie mover las extremidades con mayor soltura. Con él aprendí todo lo que sé de pesca, y sobre todo admiré su capacidad de vivir sin penas y sin apenas nada. Con el tiempo, y tras su fallecimiento, la amistad continúa hasta hoy con sus hijas.

¿Ha visto algo de cine español recientemente?

Sí, la película de Pedro Almodóvar 'Dolor y gloria' me gustó mucho, la interpretación de Antonio Banderas me parece genial.

¿Qué director le ha causado mayor impacto como espectador?

Sin duda Roberto Rossellini y tres de las películas que realizó con Ingrid Bergman: 'Stromboli', 'Europa 51' y 'Te querré siempre'. Extraordinarias.

¿Mantiene algún contacto con los actores protagonistas de 'More', Mimsy Farmer y Klaus Grünberg?

No tenemos contacto, pero sé que Mimsy vive en Francia y se dedica a la escultura. Klaus vive en Alemania y continúa con su carrera de actor.

¿Qué le parecen las nuevas plataformas de Netflix, HBO, etc??

Son una nueva página en la historia de la producción del cine que me parece importante y rica.

¿En qué trabaja actualmente?

Estoy preparando el guion de 'El arte de perder', una magnífica novela de Alice Zeniter; cuenta la historia del destino, entre Francia y Argelia, y la cuestión de la identidad tanto individual como colectiva; es una novela sobre la libertad de ser uno mismo, mas allá de las imposiciones reales o imaginadas; es una película que tendremos que rodar en África y Francia.

Epílogo

Cae la tarde en el quiosco Pelayo de Migjorn, donde hemos parado a comer; allí trabajan algunos paisanos colombianos procedentes de la provincia de Antioquia; Schroeder conoce cada uno de los pueblos que le nombran los jóvenes y eficientes camareros: Caldas, Risaralda, Venecia, Angelópolis? La complicidad de la patria común les une a este lado del Mediterráneo: Schroeder, como los jóvenes expatriados, está feliz hablando de Colombia.

Llega la hora de acompañar al genial director hasta el puerto de La Savina; regresa a su casa de Ibiza en el próximo ferry.

El escritor Alberto Moravia, en su libro 'En el cine' (Plaza y Janés, 1979) en el que analiza 148 películas de autor, escribe sobre el film 'More': «En realidad, los dos amantes no se destruyen con la droga, sino con el amor, que es notoriamente un hecho destructivo si se lleva hasta determinados extremos».

Así pienso también; 'More', desde que la vi por primera vez en 1978, es mi película de amor favorita; además, esta aderezada con todos esos detalles que la enriquecen de manera muy especial: la música, la fotografía, los guiños a la lucha contra gigantes de Cervantes, la novela picaresca, el mal absoluto representado aquí por los nazis ocultos que destruyen lo mejor de la juventud, la búsqueda de la identidad, los falsos verdaderos, la verdad de la mentira y el genio que noveló aquel tiempo único de Ibiza, Clifford Irving; él decía que si un Elmyr permanecía el suficiente tiempo colgado en un museo o una galería se convertiría en un auténtico.

Apenas un cortejo fúnebre de seis personas, entre los que se encuentra Clifford Irving, el escudero sin caballero a quien socorrer, Charly (magnífico trabajo del actor Michel Chanderli), y Barbet Schroeder: acompañan un sencillo féretro de pino, subido en un carro tirado por un animal; la muerte por sobredosis de heroína en el túnel de la Plaza de España en Dalt Vila es considerada por las autoridades como un suicidio: su entierro será fuera del camposanto. Stefan, en la búsqueda desesperada de su amada Stelle/Beatriz, se había quedado atrapado para la eternidad en el descenso a los infiernos que describía Dante en 'La Divina Comedia'.

Desde aquel lejano 1978, ni antes, ni después, ni por los senderos de la vida ni del cine, volví a descubrir una historia de amor con tantos secretos y recovecos. Barbet Schroeder había creado con su primera película una obra de culto, una obra maestra.

«Era invierno, pero el sol brillaba como en verano», es la voz en off de Charly cuando el enterrador cubre con una última palada de tierra el ataúd de Stefan.