La fiesta del Primer Diumenge de Maig puede presumir de ser una de las más tradicionales y con más éxito de convocatoria de Ibiza. Todos los años, y ayer no fue una excepción, miles de personas, residentes y turistas, abarrotan las calles de Santa Eulària para disfrutar a fondo de los atractivos que ofrece el evento. Su popularidad ayer también se trasladó a las redes sociales, donde cientos de usuarios se hicieron eco de la celebración, entre ellos María de León, una conocida influencer que está desde el pasado viernes de visita por Santa Eulària para hacer un reportaje del municipio. Como explicaban desde el Ayuntamiento de la localidad, en la última edición de Fitur el Consistorio la invitó a que viera in situ los numerosos atractivos que atesora Santa Eulària. No podía faltar, por tanto, a la celebración del Primer Diumenge de Maig, declarada Fiesta de Interés Cultural por su afán por preservar y potenciar las raíces del municipio.

Nada más llegar al Puig de Missa María de León subía a su perfil de Instagram una foto en la que posaba con su vestido y espardenys made in Ibiza en este emblemático rincón de Santa Eulària. «Llegando a #PuigdeMissa (Iglesia del S.XVI) para asistir a la #Misa solemne de celebración de las Fiestas del primer Domingo de Mayo de #SantaEulalia», posteaba en la red.

Autora de un popular blog y colaboradara de la revista De Viajes, esta comunicadora aseguraba ayer que le gusta «rascar y buscar en la historia» de los sitios que visita. Para ello, ayer se sumergió de pleno en el Primer Diumenge de Maig asistiendo a buena parte de los eventos programados, incluida la misa prevista a las 11 horas en la iglesia del Puig de Missa.

Ceremonia religiosa

No fue la única que no quiso faltar a la cita religiosa. Minutos antes de que comenzara la misa cantada por el Corro Parroquial ya no había un banco libre en el templo. En la entrada aguardaban un nutrido grupo de autoridades, entre los que se encontraba, la consellera y portavoz del Govern, Pilar Costa, y el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres.

El alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, fue uno de los más madrugadores junto con la directora insular de la Administración General del Estado, Neus Mateu, y Maria Luisa Cava de Llano, miembro del Consejo de Estado.

Este año fue el párroco de Santa Eulària, Vicent Ribas, el encargado de presidir la misa. Según explicó durante la ceremonia religiosa, el obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, no pudo acudir en esta ocasión al estar de viaje en Roma.

Hasta el Puig de Missa subieron Sacri, Montse y Ramon, tres turistas del Imserso procedentes de Vic, que el día anterior habían asistido al concierto de Ressonadors, que, según reconocieron, les había gustado mucho. Ayer estaban ansiosos por ver la demostración de ball pagès que la colla de Es Broll ofreció tras la misa en la plaza de Lepanto.

Comenzaron después los desfiles, primero los de la Banda Musical de Sa Colla des Riu y de la agrupación Virgen de la Estrella de Santa Eulària.

Carros y podencos

Para entonces ya estaban abarrotadas de público las calles principales de la localidad, aguardando uno de los momentos estelares de la jornada festiva: la llegada de la comitiva de vehículos clásicos, carros típicos, caballos y podencos.

Entre los participantes del desfile de este año no podía faltar uno de los más veteranos, Pedro Ferrer, acompañado de varios familiares y amigos. «Hace cuarenta años que participo en la celebración del Primer Diumenge de Maig y soy el único que queda de los que empezamos en 1978», explicaba. Su carro, pintado de azul, pertenecía en sus tiempos a su suegro y puede que tenga casi cien años. Sin embargo, Eva, la yegua que lo llevaba, se estrenaba ayer en el Primer Diumenge de Maig.

También se pudo ver en el desfile uno de los pocos carretons de moll que quedan en Ibiza. Lo conducía Juan Costa, que confesaba haber dedicado incontables horas a restaurarlo y dejarlo impecable.

En la fiesta se vieron además de casi una treintena de carros típicos, una decena de caballos montados por expertos jinetes como la joven María Riera, de 14 años, que es asidua al Primer Diumenge de Maig, junto con Musa, su yegua, que tiene19 años.

En el desfile participaron, acompañados por sus dueños, varios podencos, algunos de ellos cachorros, que durante la mañana se habían podido ver en la plaza de España, en la exposición monográfica del ca eivissenc que había organizado la Associació de Criadors de Ca Eivissenc d'Ibiza i Formentera.

Algunos echaron a faltar las demostraciones de doma menorquina que en otras ediciones se han podido admirar durante el Primer Diumenge de Maig.

Seguía con atención el tradicional desfile Maria, una vecina de Sant Agustí, que había acudido con su nieta para disfrutar de una fiesta de la que le gusta «todo» y para contemplar «lo bonita que está Santa Eulària». «Yo soy de Santa Gertruis, luego me casé y me fui, pero las raíces tiran», aseguraba.

El Ayuntamiento desplegó para la ocasión un amplio dispositivo de seguridad, compuesto fundamentalmente por agentes de la Policía Local y Protección Civil, al que se sumaron en esta ocasión cuatro miembros de Can Dog.

Muchos de los visitantes aprovecharon la visita a Santa Eulària para dejarse tentar también por la variada oferta de los puestos de comida, golosinas y artesanía que iban encontrando a su paso.

Mientras, una cola de gente esperaba a las puertas del Teatro España para visitar la muestra de flores y plantas.

Entre flores y cactus

Esta exposición, que es la vez concurso, se celebra desde 1972, según explicaba su organizadora, Isabel García, que lleva diez años al frente del certamen. El sábado un jurado experto seleccionó a los ganadores del concurso, en el que este año han participado 88 personas. «Ninguno de ellos es profesional», recalcaba García, mostrando los centros, jarrones con flores y macetas de plantas que ayer perfumaban y llenaban de colorido el teatro. Destacaban alegrías de la casa, rosas, malvas, geranios, cactus, calas, azucenas, bonsais y las enormes coronas de espinas que lucían sobre el escenario del auditorio. «Todas son plantas y flores criadas en la isla», destacaba la encargada.

Vehículos clásicos

Como en ediciones anteriores, ayer los amantes del motor tuvieron la oportunidad de observar muy de cerca los vehículos clásicos expuestos en Santa Eulària durante el fin de semana festivo.

Aunque la lluvia impidió que el sábado se pudieran exponer las motos, ayer lucían en todo su esplendor casi un centenar de ellas en la calle Isidor Macabich. Allí estaba el club Tot Terra con 25 motos de motocross. Al otro lado, más de sesenta motos del Club de la Moto Clàssica, todas ellas con más de 50 años de antigüedad. Destacaban los sidecars y una selección de Guzzis, que fueron «de los primeros cliclomotores que se vieron por la isla», según explicó el presidente del club, José Guasch. También era digna de ver la exposición de coches clásicos con modelo tan llamativos como un Simca Topolino de 1938.