He leído el editorial del diario de Ibiza del domingo 28 de agosto referente a las caravanas. Lamentablemente el editorial del periódico se hace participe de una noticia que no comparto porque mezclan varios problemas sin un análisis en profundidad. Desgraciadamente el problema de todo es la falta de viviendas que tienen los temporeros de la hostelería, restauración y del turismo en la isla de Ibiza. Mientras, la contratación de temporeros se hace en precario, sin horarios, bajos sueldos y sin posibilidad de habitación. Esta gente trata de cumplir los contratos, sustituyendo la falta de habitación echándose muchas veces al bosque, en cuevas, inmuebles abandonados, caravanas, autocaravanas, tiendas de campaña, lo que constituye verdaderamente una condena a pernoctar en infraviviendas, mientras, los responsables son: la Consejería de Trabajo por permitir esos contratos y Asuntos Sociales por no tomar cartas en el asunto.

Hace unos días fui testigo de cómo se desalojaba el parking de las Salinas de autocaravanas que eran ocupadas por los trabajadores de la hostelería que ponen las bebidas y las comidas en los chiringuitos de la playa. La culpa no eran de los vehículos que los acogen por las noches. La culpa es de los contratos que les hacen como temporeros que no les garantizan la vivienda. A diferencia de los temporeros de la fresa en Lepe, los temporeros de la fruta en Aragón, tanto en España como en Francia, no pueden hacer los contratos sin garantizar las viviendas, muchos de ellos lo hacen en autocaravanas o caravanas debidamente reguladas.

En otro orden de cosas, mezclan en la noticia la acampada, pernocta, el camping, las prohibiciones, etc. no tiene ningún sentido.

Lo primero citar que las autocaravanas no son bolas de fuego andantes. Son vehículos fabricados para servir como transporte y vivienda. Tienen todos sus aparatos con la debida homologación y pasan los controles en las ITV y en el gas, como cualquier vivienda, siendo los accidentes en Europa irrelevantes.

Vayamos por partes, la acampada está prohibida en toda España, no sólo en Ibiza. Cuando una autocaravana está estacionada en un lugar que no está prohibido por el código de la circulación no está acampada porque la ley dice que mientras la vida en el interior no trascienda al exterior y no se rebase el perímetro del vehículo, está legalmente estacionada. De la misma forma que lo hace un turismo o un camión. Nadie diría que un camionero acampa porque duerme en el interior de una cabina o les van a obligar a ir a un camping a los trailers a la llegada al puerto de Ibiza.

El turismo de autocaravana es el gran olvidado de la isla de Ibiza. Es contrariamente a las asociaciones ecologistas locales, un turismo declarado ecológico porque es autónomo, no necesita construcción de hoteles o apartamentos. No necesita tendidos eléctricos porque todas tienen placas solares, no necesitan plantas desaladoras porque el consumo de agua es 10 veces inferior a un turista de hotel. El turista de autocaravana dejaría en la isla una media de 100 euros diarios, mucho más que cualquier turista que viene con todo incluido. El turismo de autocaravana utiliza los servicios de restauración, gasolineras, supermercados, museos, espectáculos, discotecas y en muchos países avanzados de Europa es un nicho importante de ingresos, por ejemplo, en Noruega.

Ibiza tiene que mirar cómo se regula el turismo en autocaravanas en otras islas similares como Córcega, Cerdeña, Sicilia, etc. En todas tienen su espacio para las autocaravanas porque contribuyen de forma importante a la economía de sus islas.

En mi opinión, el modelo que quiere elegir el municipio de San Josep es el acertado creando áreas de autocaravanas y ofreciendo unos servicios que la isla no tiene y que el sector demanda, esto es regular y no prohibir, contrariamente a lo que se indica desde la redacción del periódico.

Para finalizar quiero volver recalcar y llamar la atención sobre las infraviviendas de los temporeros en cualquier medio techado, bien sea en caravanas o autocaravanas, es un tema muy distinto al turismo en autocaravanas. Hay cientos de miles de autocaravanas en toda Europa deseando pasar los inviernos en un clima como Ibiza. Alemanes, holandeses, franceses, ingleses buscan pasar sus crudos inviernos en España, Portugal o Marruecos. La isla de Ibiza está fuera de ese circuito porque no sabe que existen esas posibilidades. Turistas con vehículos que superan los 200.000 euros, la mayoría son jubilados y con alto poder adquisitivo que ayudarían a pasar los inviernos cuando no hay turismo de hotel en unos vehículos ecológicos. Para ello simplemente cambien la percepción del sector y creen un mínimo de infraestructuras.