Desde hace casi una década, en los medios de comunicación locales, baleares e incluso nacionales no paran de mencionar casos y personas que han llevado a los tribunales por cuestiones de fraude y malversación de fondos públicos en lo que respecta a la construcción y puesta en marcha de la instalación deportiva y Velódromo Palma Arena.

Mucha gente no sabe que además de la práctica de multitud de disciplinas deportivas, en esta instalación también están ubicadas las oficias del área de deportes del Govern, las sedes de más de 30 federaciones deportivas, la oficina del director general d´Esports, así como el propio despacho y sede de la conselleria de Cultura, Participació i Esports del Govern.

Les aseguro que cuando por alguna razón menciono que nuestra oficina está en el Palma Arena, son muchos los que acto seguido y de forma inmediata comentan: «€el Palma Arena de...», y créanme que no es nada agradable. Pues han sido actitudes de previsible corrupción política y comportamientos de cargos públicos de lo que no debemos estar en absoluto orgullosos.

En los últimos años (sin entrar a cuestionarlas) ha habido polémicas por intentar cambiar los nombres de calles, plazas, edificios, ramblas o incluso estatuas y monumentos.

Debido a esta mala fama que tiene el Palma Arena por los múltiples casos de corrupción porque varias empresas y dirigentes políticos de aquella época se aprovecharon de forma irregular, es por lo que se propone que su conselleria sopese la posibilidad de cambiar el nombre a dicha instalación deportiva, pues muchas de las veces que se menciona es por cosas negativas, por cuestiones relacionadas con políticos corruptos, juicios, y mala gestión del dinero publico.

Cosa totalmente contraria a los principios deportivos como son la vida saludable, ser solidario, la honradez, la buena actitud y comportamiento, respeto al rival, en definitiva, con el fair play en la competición, en el juego y en la propia vida de cada uno de nosotros.

Seguro que cualquier nombre sería mejor que el actual, si bien es obvio que hay varios deportistas de estas islas que han destacado a nivel mundial y les sobra curriculum como para poder llevar sus nombres; Joan Llaneras, Rafa Nadal, Guillermo Timoner (aunque algunos ya lo tengan en su pueblo natal) son sólo algunos de los que han destacado por sus éxitos deportivos internacionales, pero también por sus valores humanos y éticos, siendo personas respetadas y apreciadas por la sociedad balear.

Aunque poco se puede hacer ahora, resulta que esta gran instalación representa un elevado gasto para amortizarlo, una gran parte de lo que se destina a Esports, a raíz precisamente de estos chanchullos de políticos, técnicos y empresas intervinientes.

Hace algún tiempo ya hice esta propuesta a la anterior consellera de esta area, dándole entrada en el registro de la DGE, pero no sé nada más del tema. Ahora, con la nueva consellera Fanny Tur, deseo que tengan en cuenta esta propuesta por si se puede llevar a cabo dicho cambio.

Como es sabido algunos miembros del gobierno son partidarios de algunos cambios de nombres, por cuestiones históricas-políticas. Pues bien, este sería por la corrupción.