La conselleria balear de Medio Ambiente ultima un decreto para restringir la entrada en la isla de árboles, como mínimo durante el periodo de hibernación, para cortar la llegada de serpientes de la Península. Las medidas podrían ser desde la adopción de una moratoria mientras se regula las condiciones de entrada de árboles o bien una veda temporal durante los meses en que los ofidios se refugian en las raíces o troncos para hibernar.

El conseller balear de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, anunció ayer en el Parlament que el Ministerio de Medio Ambiente prevé aprobar en marzo su estrategia nacional para evitar la entrada de serpientes en los territorios insulares. También reveló «la buena noticia» de que en marzo el comité de flora y fauna nacional aprobará inicialmente el documento elaborado conjuntamente por el Govern balear y el de Canarias, con la colaboración del de Galicia, sobre los cambios normativos para combatir la invasión de serpientes.

Vidal destacó, en respuesta a una pregunta de Podemos, que «la normativa «permitirá actuar en el control en puertos y aeropuertos» para evitar la entrada de ofidios en las raíces de los árboles que se importan de la Península durante el periodo de hibernación de los reptiles. No dio detalles de cómo se pensaban llevar a cabo estas tareas de control ni a las medidas en las que se trabaja para restringir la entrada de árboles en la isla.

Hay que «cerrar las puertas»

El Consell de Ibiza siempre ha defendido que el control en puertos y aeropuertos no sirve de nada si no «se cierran las puertas» de la isla. El biólogo Jaume Estarellas ya dijo que es «imposible» detectar la presencia de serpientes en los olivos mediante un control en los puntos de entrada en la isla y recordó que, en su día, se hizo una prueba de control previo con un perro especializado en la detección de serpientes, pero no funcionó.

El conseller insular de Medio Ambiente, Miguel Vericad, asegura que la decisión de restringir la entrada de árboles depende del Govern balear y que, según su criterio, se debería haber hecho «mucho antes». Precisamente, el pleno del Consell ha aprobado dos acuerdos por unanimidad para instar al Ejecutivo autónomo a que apruebe una moratoria. Vericad admite que el Govern trabaja en esta vía, pero no conoce aún los detalles de las medidas finalmente escogidas. Por su parte, una portavoz de la conselleria de Medio Ambiente asegura que «se está trabajando a nivel jurídico y técnico en mejorar la regulación de la entrada de árboles ornamentales que puedan contener ofidios».

En su momento, el Consell propuso al Govern la aprobación de una moratoria durante la época de hibernación o la habilitación de un espacio cerrado para que los árboles importados de la Península pasen un periodo de «cuarentena». El conseller insular asegura que «el mal ya está hecho», pero sostiene que la restricción de la entrada de árboles serviría para evitar la llegada de nuevas especies. Vericad señala que quizá no han entrado aún víboras porque, a diferencia de las culebras, prefieren refugiarse debajo de las rocas en vez de los árboles.

Vericad valora «el esfuerzo muy importante» que está haciendo el Govern para erradicar la plaga de ofidios y recuerda que no se empezó a actuar hasta 2015, con las campañas de capturas con trampas, cuando las primeras serpientes se detectaron 13 años antes. «Ahora hay una posibilidad de erradicar la invasión en Formentera y una muy potente de control en Ibiza», asegura el conseller.