El nuevo comisario de Ibiza, Manuel Hernández, propuso un modelo de seguridad que involucre también a las instituciones y a la ciudadanía y abogó por «ajustar» las actuaciones de este Cuerpo Nacional de Policía a las «exigencias éticas» de la profesión como uno de sus retos, entre los que también figuran la lucha contra la criminalidad y garantizar la seguridad en el municipio de Vila

El discurso que pronunció Hernández tras la toma de posesión, celebrada ayer al mediodía en Ibiza, no fue el típico protocolario y formal que se limita a los agradecimientos y a los buenos propósitos. Su presentación pública fue personal y sincera y sus primeras palabras las dedicó a su esposa, Joana Bosca, la «responsable» de que hace dos años se desplazase desde Ávila a la isla para liderar la Brigada de la Policía Judicial. «Se puede decir que representar ahora a la Policía Nacional de Ibiza es un sueño hecho realidad», aseguró Hernández, el cuarto comisario en los últimos cuatro años.

Ética para policías

En el ecuador de su disertación Hernández se convirtió en el Fernando Savater de la Policía Nacional de Ibiza. Los 27 años de su trayectoria profesional dedicados a la formación de policías en Ética y Sociología afloraron en ese instante. Si el escritor y filósofo escribió para su hijo el libro 'Ética para Amador', el nuevo comisario utilizó el mismo tono didáctico para recordar a los asistentes y, sobre todo a la plantilla, su «responsabilidad social». «La ética de la profesión se apoya en valores como la integridad, la responsabilidad, la transparencia, el compromiso y la competencia [...]. Sabemos que solo a una policía de estas características la sociedad ibicenca presta todo su apoyo y reconocimiento, que es la base para ser eficientes, para resolver los problemas diarios de los ciudadanos», sostuvo.

A continuación, expresó que se siente «muy orgulloso de liderar un equipo humano con prestigio, competente, capaz de alcanzar unos buenos resultados en la lucha contra la criminalidad y que se actualiza constantemente» para adaptarse a los nuevos tiempos. Mientras pronunciaba esas palabras dedicaba miradas cómplices a los jefes de brigada, que se encontraban a su lado izquierdo. Por último, el comisario jefe también hizo referencia a la repercusión «no solo nacional, sino internacional de Ibiza» y señaló que el aumento de la población residente y de los turistas requiere un «constante acople y actualización de todos los profesionales y en todos los sectores, sobre todo en el de la seguridad».

Por su parte, la delegada del Gobierno en Balears, María Salom, consideró como «valores añadidos» del comisario su «arraigo en la isla y conocimiento de las particularidades».

A la toma de posesión también asistieron la directora insular del Estado, Neus Mateu, y su antecesor, Roger Sales; dos excomisarios de Ibiza, José Manuel Garau y José Manuel Mariscal de GanteJosé Manuel Mariscal de Gante, que dejó su cargo en diciembre; el Jefe Superior de Policía de Balears, Antonio Jarabo, el nuevo jefe de la Guardia Civil de Ibiza, Enrique Gómez, y representantes políticos y de la isla.

Después del acto oficial y durante el brindis, Hernández se dirigió a los asistentes y exclamó: «¡viva Ibiza, viva la Policía y viva España!».