Una mujer de nacionalidad sudafricana ha muerto en el hospital Can Misses después de haber consumido MDMA en polvo el pasado fin de semana y caer inconsciente en una discoteca de Sant Josep, mientras la Guardia Civil sigue la pista del traficante que le vendió la droga. La mujer, de 30 años de edad, ingresó en coma después de haber tomado cristal, según ella misma pudo explicar a los servicios de emergencias que acudieron a atenderla a la discoteca DC-10, en la carretera de ses Salines.

Al parecer, cuando empezó a sentirse mal fue atendida inicialmente por empleados de la propia discoteca, pero su estado se agravaba y fue necesario llamar a una ambulancia.

Al llegar los servicios de emergencias aún la encontraron consciente y pudo aclarar qué sustancia había tomado, pero ingresó ya en coma en Urgencias. Y, tras dos días en muerte cerebral, finalmente falleció.

Los investigadores han interrogado al amigo de la mujer que se encontraba con ella cuando ocurrieron los hechos para que aportara más datos sobre la droga que había consumido y dónde la habían comprado.

Según fuentes del instituto armado, se trata de MDMA en polvo comprado a un desconocido en Vila. Con la información facilitada por el amigo de la joven sudafricana, que trabaja como chef en un barco en Ibiza, los agentes de la Guardia Civil intentan ahora localizar y detener al traficante y aclarar si se trata de una partida de droga especialmente pura o adulterada. Según el Área de Salud de Ibiza y Formentera, más del 60% de los intoxicados por drogas que el año pasado acudieron al servicio de Urgencias del hospital de Can Misses habían tomado, al menos, dos sustancias diferentes.

El dato se incluyó en un estudio sobre tóxicos que elaboró la Unidad de Toxicología del hospital mallorquín de Son Espases.