Los responsables ibicencos de la ONG Via Oberta a Nepal han impulsado este año en la población nepalí de Lauruk un centro de formación profesional para mujeres, además de mantener su escuela para luchar contra el trabajo infantil y el absentismo escolar. La entidad ya ha comenzado a desarrollar los proyectos de este 2017, entre ellos, el alquiler de terrenos para proveer de alimentos a los niños de su casa de acogida. Asimismo, la ONG ibicenca mantendrá este año su comedor social, entre otros proyectos.

«Mantenemos una escuela para niños para luchar contra el absentismo escolar, ya que los pequeños se ven obligados a ayudar a sus padres en las labores domésticas y en el campo. Si faltan mucho, los niños se convertirán en los esclavos del mañana, con un futuro incierto», destaca su fundador, Juanjo Roig, desde Nepal.

Roig destaca que este año la escuela podrá realizar su actividad gracias al donativo de una asociación que realizó una exposición fotográfica en Sant Josep.

Sus propios recursos

Asimismo, afirma que, desde hace algún tiempo, la ONG genera sus propios recursos para mantener a los pequeños. «Todos los recursos se van convirtiendo en más recursos y entramos en una rueda de producción. Así, el arroz produce paja y ésta sirve de alimento a las vacas, que nos dan leche. Estamos construyendo una casa granja que nos alimenta, hecha con recursos de España, y con la esperanza de que los excedentes sirvan para alimentar a los niños abandonados que lo necesiten», dice Roig.

En cuanto al centro de formación profesional para mujeres, el objetivo es lograr que la mujer no dependa del hombre y pueda ser independiente en el ámbito familiar.

Desde hace algunos años, la ONG atiende a unas 500 personas en Nepal. Según explican desde Via Oberta a Nepal, en estos momentos proporcionan comida a familias en situación de extrema pobreza y acogen a niños huérfanos. «Nos centramos en casos puntuales y determinados. Si un niño viene abandonado, lo acogemos. No podemos decir que no», lamentan desde la ONG. Asimismo, entre otros objetivos, tratan de ayudar a jóvenes preuniversitarios a pagar el ´extraclass´, una tasa de 50 euros que los estudiantes deben abonar antes de acceder a los estudios superiores. «La mayoría no puede pagarlo y la gente se queda bloqueada allí, sin salidas», concluye.