Las mieles de Paul Lucian Falticska en la categoría de otoño; de José Antonio Cardona Planells, en la categoría de verano (u ‘original’) y de José Ferrer Ferrer, en la de primavera, se proclamaron ayer ganadoras del I Concurso de Mels de les Pitiusas, al que se presentaron 26 productores (23 de Ibiza y tres de Formentera) con un total de 46 muestras (39 de Ibiza y siete de Formentera) de los tres tipos de miel que hay estipulados en función del momento de la floración: otoño, original (de verano) y primavera.

Los apicultores aspirantes depositaron las muestras a concurso en botes de cristal sin identificar para garantizar el anonimato y la ‘limpieza del concurso’ el pasado 26 de noviembre. En la categoría ‘otoño’ sumaron 10 candidatos, mientras que en la de ‘verano’ fueron 22 y 14 en ‘primavera’.

Vicent Marí, presidente de la Associació d’Apicultors d’Ibiza, explicó que es la primera vez que se convoca un concurso de productores de las dos islas, una asignatura pendiente desde hace años. «El 27 de noviembre de 1989 se constituyó la asociación de apicultores y al año siguiente se sumaron los compañeros de Formentera, pero como consecuencia de la reforma del Estatut d’Autonomia, por el que se creó el Consell de Formentera, nos separamos por imposición legal», relata. Así, este concurso ha supuesto también establecer de nuevo los lazos entre las dos islas. «Hasta el momento se habían hecho tres concursos exclusivamente con productores de Ibiza», apunta Marí.

El jurado lo compusieron los dos presidentes de las respectivas asociaciones de apicultores, el presidente de la Asociación de Restauración de Pimeef, Joan Riera; el presidente del Institut d’Estudis Eivissencs, Marià Mayans, además de personal técnico del Consell y «otras personas representativas».

Para seleccionar la miel tuvieron que puntuar, uno por uno, los parámetros de color, aspecto, humedad, aroma nasal y retronasal, gusto y tacto.

El premio es una placa, un diploma y el reconocimiento público de los ganadores.

Sin apicultores no hay abejas

Sin apicultores no hay abejasEl presidente de la asociación desmiente una conclusión que parecería obvia: que una participación tan alta, con 26 apicultores frente a ocho que se presentaron el año pasado, sea un síntoma de la buena salud de las abejas ibicencas.

Al contrario, asegura que «hay que trabajar muchísimo para mantener la apicultura» y destaca que es la iniciativa privada la que está consiguiendo progresos. «Se están poniendo muchos medios por parte de particulares. Hoy por hoy el miedo no es que no haya abejas sino que no haya apicultores porque todas las abejas que hay en Ibiza y Formentera son domésticas», aclara el portavoz del colectivo.