­Más redondeados, de aspecto liviano por estar hechos de material plástico y con una estética algo teletubbie, con una franja de color que los distingue según cuál sea su destino, además de un tipo diferente de abertura en la tapa -de color gris más claro-, también acentuada con bordes del mismo color según su fracción de residuos. Así serán los 1.800 nuevos contenedores de Vila que se empezarán a repartir el 13 de octubre por la ciudad con la nueva contrata de basuras, que explota Valoriza. Pero desde ayer, ya hay 13 instalados cerca del puerto, ocho en la avenida Bartomeu Rosselló y otros cinco en la calle Carlos III.

También aumenta el número de contenedores, que serán un 50% más en el caso de los destinados a la fracción de recogida en masa -los de color gris- y entre un 15 y un 20% más los destinados a alguna fracción de recogida selectiva -bordes amarillos para los envases y azules para el papel y cartón-. Queda pendiente el cambio de los depósitos verdes para el vidrio, que realizará Ecoembes.

En Vila ya hay un contenedor de recogida selectiva a menos de 80 metros de cada vecino, según un estudio de Ecoembes y la Universidad Politécnica de Madrid, pero con la nueva contrata se mejorará aún más ese dato porque en todas las islas de contenedores habrá recogida selectiva. De este modo, la concejala Montse García espera «incentivar el reciclaje en las familias» del municipio. Valoriza tiene un plazo de tres meses a partir de octubre para completar el cambio en toda la ciudad.

Además de para ir acostumbrando al ciudadano a su nuevo aspecto, los tres puntos de recogida desplegados ayer permitirán a los servicios municipales de Medio Ambiente comprobar en las inmediaciones de sus oficinas cómo resisten el trajín ordinario del servicio. Según las cualidades de estos nuevos depósitos, «de un sistema nuevo que se implanta por primera vez en un municipio de Balears», que glosó ayer la concejala Montse García frente a cuatro de ellos, deberían superar con nota la prueba.

Están fabricados en España, -«algo que nos gusta», según dijo la concejala- y son de una sola pieza de polietileno rotomoldeado, lo que los hace más resistentes que los contenedores convencionales con junturas que se tienden a romper. A pesar de ser plásticos, no son para nada endebles, incluso se espera que resistan mejor los encontronazos de los coches tratando de aparcar o los actos vandálicos, por ejemplo, porque estos contenedores se deforman por los golpes pero recuperan su forma al instante.

También son más silenciosos, según detalló García, porque la tapa es más corta y ligera, con un mecanismo que cierra suavemente sin el estruendo de los actuales contenedores. Lo mismo ocurre con la descarga en los camiones de recogida, un proceso que será menos ruidoso a partir de octubre al carecer de elementos metálicos como las ruedas.

Aunque los nuevos mantienen la capacidad de los contenedores actuales, 3.200 litros, pesan sólo una tercera parte, 110 kilos frente a los 330 de los antiguos. Otro detalle importante es que un 5% de los contenedores están adaptados a personas con alguna discapacidad, y habrá al menos uno cerca de cada lugar donde hay solicitada una plaza de aparcamiento reservada para discapacitados.

Además de estos contenedores, se renovarán las islas soterradas en la avenida de España, aunque manteniendo el anterior modelo de depósito.

En cuanto a las campañas que desarrolla Valoriza en este inicio de la contrata, García explicó que en breve se acometerá la limpieza a fondo de todas las aceras, empezando por las del entorno del puerto. Tras un tratamiento de agua a presión, se completará el proceso mediante la máquina barredora y decapadora prevista en la contrata, que aún no ha empezado a funcionar.