­Cinco entidades de Ibiza, el Grup d´Estudis de la Naturalesa (GEN), la Cruz Roja, la Asociación de Voluntarios de Ibiza, el Ibiza Preservation Fund (IPF) y la Adessium Fundation, anunciaron ayer el inicio de una campaña destinada a exigir un plan de control de fondeos a escala pitiusa, que limite la afluencia de estas embarcaciones y garantice la conservación de la posidonia y la calidad de las aguas. Para conseguirlo, la primera medida consiste en la elaboración de una aplicación para teléfono móvil -de momento para Android y próximamente también para iPhone- que tiene como misión monitorizar los fondeos que se producen en las calas ibicencas para crear una base de datos que demuestre la magnitud real del problema.

En una rueda de prensa ofrecida ayer en la sede del GEN, los ecologistas ibicencos advirtieron de que el Consell de Formentera tiene previsto regular el fondeo de yates en todo su litoral, en sentido restrictivo. Ello provocará, según señaló el portavoz ecologista Marià Marí, «una deriva del problema hacia las zonas donde no hay regulación», es decir, las calas de la vecina isla de Ibiza.

Para los impulsores de esta iniciativa, «no se trata de hacer una regulación para una cala o algunas de ellas, sino para todo el conjunto de Ibiza y de las Pitiusas», pues de lo contrario, «el problema se desplazará de un sitio a otro», agregó.

El GEN reclama la elaboración de un plan de fondeos pitiuso que «tenga en cuenta la capacidad de carga de las playas y la costa» e imponga limitaciones al número de barcos que pueden fondear. «No todo el mundo quedará contento con estas medidas, pero no se puede seguir así», añadió Marí, acompañado del director del proyecto de la APP, Xisco Sobrado, y de la representante del Ibiza Preservation Fund, Sandra Benbeniste. Esta última apeló a la necesidad de lograr «un consenso con todos los sectores implicados».

Criterios «científicos»

Benbeniste también señaló que «para calcular la capacidad de carga de una cala, es preciso contar con datos científicos», en alusión al conteo que permitirá realizar la APP, «no ha de ser una cosa política», añadió.

«No caben tantos barcos», afirmó Marià Marí. «Lo que estamos viendo desde hace décadas es que van aumentando las infraestructuras según la demanda que hay. No se puede continuar con este criterio. O nos lo cargamos todo, o echamos el freno», comentó.

Xarxa de Vigilància Ambiental

Para el empleo de esta aplicación se ha creado una Xarxa de Vigilància Ambiental, formada por voluntarios, que serán los encargados de reportar las imágenes panorámicas que permite obtener la APP, así como otros impactos que pueda haber en las calas.

Hoy mismo tendrá lugar, a las ocho de la tarde, una reunión a la que están convocados todos los interesados en participar en esta red de vigilancia. El acto tendrá lugar en la sala de reuniones de las piscinas municipales de Can Misses y en él se explicarán los detalles de la campaña. La aplicación puede descargarse en http://vigilanciaambiental.hol.es/.

La campaña incluirá también el reparto de folletos, editados por el Consell de Ibiza, entre los patrones de embarcaciones, sobre los peligros de fondear sobre posidonia.

Sandra Benbeniste, por su parte, recordó que Ibiza y Formentera «no serían el primer lugar del mundo que pone númerus clausus; no hay que rasgarse las vestiduras», por lo que confió en obtener respuestas positivas desde la Administración.