El presidente de la Autoridad Portuaria de Balears (APB), Joan Gual de Torrella, se pasó dos horas ayer por la mañana en el Consell dando explicaciones sobre el estado actual de la remodelación del puerto al equipo de gobierno. Pero esas dos horas no bastaron para aclarar las dudas de Podemos, socios de gobierno del PSOE, que criticaron «la absoluta falta de concreción» de las «insuficientes» explicaciones de la APB.

Los podemistas recuerdan que la oferta de YSM Marinas para la dársena de Levante prevé locales comerciales y un club en la terrada del edificio, así que «la Autoridad Portuaria incumple sus compromisos» de convertir esta zona «en una plaza abierta a los ciudadanos», según recordaron a través de un comunicado.

Por ello reclamaron a la APB que ponga «negro sobre blanco de una vez qué es lo que quiere exactamente para el conjunto del puerto». También instaron al organismo a aprobar definitivamente el Plan de Usos (DEUP), que actualmente está en fase de respuesta a las alegaciones, y se redacte el Plan Especial. «Tenemos la sensación de que la APB va a salto de mata y que cada nuevo paso es peor que el anterior, entregando el puerto viejo a los megarricos y alejando los usos sociales del centro de la ciudad», dijo Viviana de Sans, vicepresidenta del Consell, que mostró su preocupación por que YSM Marinas diga en su web que convertirá Ibiza «en un nuevo Saint Tropez».

Devolver la vida a la Marina

Ibiza «es una pieza muy codiciada y estas empresas la ven como el cofre del tesoro», considera Podemos, que alerta de que «no se puede permitir que roben el puerto a toda la ciudadanía y se entregue a una minoría». Por ello De Sans cree que «no se ha de consentir esta privatización del espacio público» ni permitir «que se imponga con esta crudeza el poder del dinero». Desde su partido reclaman que se lleven a la Marina los usos sociales del puerto para revitalizar esta zona «todo el año».

Gual de Torrella insistió, tras el encuentro, en que en Vila no se hará otra cosa que lo que se ha acordado con el Ayuntamiento. El presidente aseguró: «El día que la APB haga algo con lo que una institución no esté de acuerdo, yo me haré responsable. En este momento no pasa». En este sentido, recordó que ambas entidades están de acuerdo en que no habrá oferta comercial. También pidió que «no se tengan en cuenta» lo que ha definido como «especulaciones», porque «ponen de mala sangre a sectores como los comerciantes».

En cuanto al plan especial que debería regir la remodelación del puerto, Gual de Torrella dijo que su elaboración es «simultánea» al proceso de acuerdo con los ayuntamientos afectados, ya que están «en marcha en todas las islas». No se quiso comprometer en plazos para disponer del planeamiento de Ibiza porque estos acuerdos, dijo, dependen más de «las administraciones que alegan que de redactarlos».

El presidente del organismo portuario alegó «desconocer» los detalles del proyecto básico del edificio del Martillo que ha presentado la concesionaria, YSM Marinas y Puertos de España, en su solicitud de la concesión de la dársena de Levante para grandes yates, y esquivó con un «no lo sé» la pregunta de si se podría rebajar el edificio previsto, de 600 metros cuadrados, ahora que la empresa admite que sólo necesita 30 metros cuadrados para sus oficinas y reserva otros 400 para oferta comercial en la planta baja -además de un local «de ocio» en la cubierta.

En cuanto a la futura estación de Formentera en el muelle norte, el presidente de la APB aseguró que «no está contemplado ningún centro comercial», aunque, sobre los 10 locales que prevé el proyecto básico de estas instalaciones, actualmente en licitación, dijo que se harán «los que puedan hacer falta». Según él, estarían dedicados a «servicios como una información turística del Consell o unos lavabos», a pesar de que el proyecto básico los ubica en la terminal, de 1.700 metros cuadrados.

Gual de Torrella derivó en el Ayuntamiento la eventual responsabilidad en los usos que finalmente tengan esos locales, dado que es «el que autoriza las licencias de actividad. No es una cuestión exclusiva de la Autoridad Portuaria».

Cree que habrá vida en invierno

El presidente de la APB no cree que el puerto viejo quede en manos de las marinas de lujo y sin actividad en invierno, aunque no lo argumentó. Sólo reiteró el acuerdo con Vila «que no ha sido nada fácil», antes de puntualizar que la APB «es pura ingeniería y servicio portuario» y pedir que no se le preguntaran más cuestiones urbanísticas, «que es más una cuestión municipal».

El presidente del Consell, Vicent Torres, definió el encuentro de «reunión de trabajo», sin querer hacer más valoraciones.