El Ayuntamiento de Santa Eulària pedirá a la Delegación del Gobierno que destine «más efectivos» de la Guardia Civil al municipio para, entre otras cosas, luchar contra el aumento de robos registrado durante el último año en las propiedades rurales, según aprobó ayer por unanimidad el pleno ordinario de la Corporación. El acuerdo partió de una moción de Guanyem en la que instaba al Estado a facilitar y agilizar la presentación de las denuncias por parte de las víctimas de los robos, a la que finalmente se añadió la petición de más agentes en la localidad y, además, el compromiso del Consistorio de hacerse cargo del alojamiento y del mantenimiento de esos nuevos efectivos.

Todos los grupos políticos (PP, PSOE y Guanyem) consideran que no hay suficientes agentes de la Guardia Civil en un municipio que cuadruplica su número de habitantes durante el verano y cuya población está muy dispersa. Esa carencia impide «llevar a cabo acciones de prevención», a juicio de Carmen Ferrer, edil de Gobernación y Promoción Económica. La Policía Local intenta tapar los huecos que, por falta de agentes, deja la Guardia Civil, añadió Ferrer, que calculó que en los últimos años la plantilla de la Benemérita en Santa Eulària ha menguado en «unas tres o cuatro personas».

En la moción también se insta a «agilizar» la tramitación de denuncias. Según señaló Mariano Torres, edil de Guanyem, en muchos casos las víctimas de los robos no presentan denuncia para no tener que pasar una jornada entera en comisaría o en el cuartel, un trámite engorroso que además pocas veces da frutos. Y eso, aseguró, tiene consecuencias, ya que desde la Delegación del Gobierno o desde el Ministerio del Interior se esgrime esa caída de las denuncias para justificar la reducción o la congelación de la presencia policial.

La boca seca de pedir

El alcalde, Vicent Marí, señaló que hoy mismo transmitirá la necesidad «de reforzar plantillas» a la delegada del Gobierno, Teresa Palmer, de visita en la isla. Dice que no es la primera vez: «Tengo la boca seca de pedir más efectivos de la Guardia Civil. Y no hay manera», señaló en el pleno.

Para mejorar los trámites, Santa Eulària propone dotar a la Guardia Civil de mejores infraestructuras administrativas y sistemas tecnológicos. El Ayuntamiento también está dispuesto a que sus policías ayuden en esas tareas mediante la «tramitación de denuncias, lo que permitiría su descongestión». Eso sí, Ferrer recordó que las competencias de seguridad ciudadana no son de la Policía Local y que esta hace muchas veces tareas que no le corresponden para, precisamente, tapar los agujeros que dejan abiertos otras fuerzas del orden público.

Aunque el portavoz del PSOE, Vicent Torres, Benet, dijo estar a favor de ese acuerdo, consideró que de esa manera el Ayuntamiento pasaba «la pelota a otros». Por eso propuso más agentes locales, algo que fue rechazado porque el Consistorio ya ha contratado cinco nuevos agentes, porque la seguridad ciudadana no es la tarea que se les debe encomendar y porque, según el alcalde, no es fácil encontrarlos al no impartirse cursos básicos en la isla: «Debe haber cero desempleados en ese sector», ironizó.

Desdoblamiento que se eterniza

Por otra parte, durante el pleno también se aprobó una propuesta del equipo de gobierno en la que se insta de nuevo al Govern («para reiterar, para hacer presión», dijo Mariano Juan, edil de Urbanismo y Actividades) la necesidad de que apruebe el proyecto definitivo del desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària, que se eterniza. De hecho, el portavoz del PSOE, Vicent Torres, recordó que este asunto se arrastra desde el año 2008, dos mandatos seguidos: «No sé si eso significa que los políticos somos unos inútiles y no servimos para nada». Juan señaló que mientras no se arregle ese tramo, el municipio padecerá «un problema de seguridad y de asfixia económica», pues muchos optan por no viajar hasta la Villa del Río con tal de no pasar una hora en las caravanas de ida y de vuelta, tanto en verano como en invierno, advirtió. La burocracia que rodea esta infraestructura es kafkiana: además de que lleva casi ocho años de tramitaciones, aún faltan los informes de Recursos Hídricos y, aunque transcurra por el interior y lejos del aeropuerto, de la Dirección General de Costas y de Seguridad Aérea.

En este asunto, el pleno vivió ayer su particular día de la marmota cuando Vicent Torres reiteró lo que sus compañeros de partido dijeron años ha, en la época remota en que Vicent Guasch era alcalde: advirtió de que hay que pensar en qué modelo de carretera se necesita desde Can Clavos hasta Santa Eulària y criticó el centenar de negocios que pueblan ese tramo, «que parece una vía urbana».