Las dos asociaciones que agrupan a las principales empresas del ocio musical de Ibiza se acusaron ayer mutuamente de incumplir la ley en materia de aforos y horarios.

La primera en denunciar fue la Asociación de Empresarios de Salas de Fiestas y Discotecas de Baleares (Abone), que agrupa a 40 establecimientos de la isla, entre ellos Pachá, Space, Amnesia, Privilege y Edén. Su presidente, Jesús Sánchez, indicó que este verano se ha alcanzado el «caos» porque «nada se controla y todo el mundo hace lo que quiere». Se mostró especialmente crítico con las «ilegalidades» de los beach clubs, hoteles-discotecas y cafés-concierto, y puso algunos ejemplos, como un local con un aforo de 112 individuos y licencia de restaurante situado en el dominio público costero que celebra fiestas que «reúnen a miles de personas». Otros, con permiso para 60 personas, tienen trabajando, solo en su aparcamiento, a «20 aparcacoches».

Sánchez y los dueños de las principales discotecas se reunieron ayer con el presidente del Consell, Vicent Torres, y el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz. Entregaron a Torres un amplio informe con fotografías de las fiestas de estos establecimientos, en las que se ven miles de personas, y en el que también se incluyen la decena de denuncias que interpusieron ya hace unos años y las respuestas que les dieron los ayuntamientos. Por ejemplo, algunas contestaciones de Sant Josep fueron «un insulto a la inteligencia» porque hicieron una inspección el 3 de noviembre por la mañana y «no constataron ilegalidades».

Pacto con Sant Josep

Sánchez, que no quiso dar nombres de locales concretos, recordó que esta situación se produce desde hace años y que el municipio de Sant Josep está «masificado de actividades ilegales». Pese a que hace unos años la asociación presentó repetidas denuncias, en 2014 dejó de hacerlo después de alcanzar un pacto con el concejal de actividades de entonces, Javier Marí («aunque él lo negó»), quien les pidió que dejaran de «presionar» porque muchos establecimientos estaban «regularizando su actividad en virtud de la Ley Turística».

«Sin embargo, las cosas no han cambiado, se siguen produciendo ilegalidades tan flagrantes como reunir a miles de personas en establecimientos con aforo para 65», lamentó el presidente de la patronal balear, quien indicó que a las discotecas «que sí cumplen» les tratan «peor», porque hace poco entraron en un establecimiento a las dos y media de la madrugada y se le hizo parar para hacer una sonometría.

La asociación critica que la Ley Turística de Carlos Delgado haya permitido que «los chiringuitos se conviertan en discotecas», lo que provoca que estas tengan que conformarse con el público «residual» que ya llega «perjudicado» y al que tienen que «atender en la mayoría de las ocasiones». Por eso piden cambios en el reglamento de la Ley Turística («será más rápido que cambiar la ley») y se ofrecen a ayudar a redactarlo. Quieren que se regulen los beach club, pero también el alquiler turístico, el todo incluido y los ´party boats´.

Sánchez recordó que a ellos se les obligó a «ponerse el burka» en el año 89, cuando obligaron a cubrir las discotecas al aire libre, pero ahora las «mesas de mezclas han invadido los sistemas dunares de las playas». Destacó que estos establecimientos están sujetos a la ley de contaminación acústica y que pueden tener «amenización musical», pero no «animación que incite al baile». «A medianoche la actividad musical exterior tiene que parar y no pueden superar los 63 decibelios», recordó Sánchez.

En cuanto al municipio de Sant Antoni, indicó que es una zona madura con mucho turismo británico y estableció una comparación con Punta Ballena (Mallorca). Allí se alcanzó un pacto del sector empresarial y todos los partidos que ha dado «muy buenos resultados», y consideró que lo ideal sería «ir por esa línea» en Sant Antoni. Otra de las propuestas es adelantar o retrasar las fiestas de apertura y cierre de las discotecas para prolongar la temporada, siempre que se garanticen vuelos y hoteles abiertos.

Críticas de Ocio de Ibiza

Por su parte, la asociación Ocio de Ibiza (que agrupa a Ushuaïa, Blue Marlin, Km5, DC10, Bora Bora o Nassau, entre otros) emitió un comunicado ayer por la tarde en el que recuerda que ellos también piden al Consell que «evite las ilegalidades», pero «de todos», y acusó a las discotecas de la otra patronal de tener aforos de 3.000 personas y «meter 7.000». «Si los beach clubs tienen que parar a medianoche, perfecto, pero los que tienen que cerrar a las 6.30 que también cumplan y no sigan hasta pasadas las 8», criticó el gerente de la entidad, José Luis Benítez, para quien «los ciclos cambian» y ahora «la gente prefiere vivir de día» porque «el ocio diurno se ha hecho un hueco muy importante».

A su juicio, si las discotecas venden ahora menos bebidas es porque cobran 20 euros por un combinado, algo que calificó de «locura», y sostiene que la mayoría de sus asociados también «trabajan con un IVA del 21%».

José Luis Benítez elogió la labor del Ayuntamiento de Sant Josep porque «jamás se habían realizado tantos controles», aunque recordó que hay que hacer «controles a todos».

Sánchez dijo que no quería «polémicas» ni «guerras» con Ocio de Ibiza, pero que muchos de los que integran esta asociación son locales a los que Abone ha denunciado en repetidas ocasiones. Además, lamentó que «pidan partidas de nacimiento ibicencas para montar establecimientos» cuando «existe libre mercado».