A partir de ahora los terrenos forestales afectados por incendios ya no estarán blindados durante 30 años. La nueva Ley de Montes impulsada por el Gobierno central incluye una enmienda por la que se permitirá construir en suelo quemado sin que pasen tres décadas siempre que concurran «razones imperiosas de interés público de primer orden».

El Govern balear ve con preocupación este cambio en la legislación. Serán precisamente las comunidades autónomas las encargadas de la recalificación de estos espacios quemados, tal y como establece la ley.

Según el conseller balear de Territorio, Movilidad y Energía, Joan Boned, no están «en absoluto de acuerdo con este cambio» impulsado por el Gobierno central. «Es un subterfugio para seguir explotando los bosques», indica Boned, que cree que esta modificación legislativa es «muy grave» porque puede «incentivar que se provoquen incendios para conseguir recalificaciones urbanísticas no previstas».

Es más, el conseller ibicenco considera que la nueva Ley de Montes es un «peligro» y que el Gobierno central está «incentivando la comisión de un delito», como es quemar los bosques, lo que supone un «grave riesgo para el paisaje».

Reparar las zonas

Joan Boned recuerda que las islas son «territorios limitados». En el caso concreto de Ibiza, que ha visto sus «valores naturales castigados» con numerosos incendios en los últimos años, algunos de ellos también este verano, el «objetivo claro será reparar cuanto antes el espacio para volver a ponerlo en valor».

En este sentido, el conseller asegura que tienen una postura totalmente «contraria» a la nueva ley y «a la especulación» y que el objetivo es enmendar «el desastre» que supone el fuego. Por eso garantiza que no se va a recalificar nada, sino más bien «recuperar» todas las zonas afectadas. «El planteamiento es el contrario al que propone la ley», indican desde la conselleria.

Ibiza ha sufrido en los últimos años importantes incendios como el de Morna, que ha sido el más grave de la historia de Ibiza y en el que se quemaron 1.579 hectáreas, el de Cala Llonga, en el que ardieron 115 hectáreas de pinar, y el de Benirràs, que se comió 345 hectáreas. Solo esta semana se han quemado más de 30 hectáreas entre el incendio de Sant Miquel y Santa Gertrudis.

El Congreso de los Diputados aprobó este mes de julio definitivamente la Ley de Montes. En ella se contempla con «carácter excepcional» que las comunidades autónomas puedan cambiar de uso los terrenos calcinados cuando haya «razones imperiosas», siempre que se adopten medidas compensatorias para recuperar una superficie forestal equivalente a la quemada.

De esta forma, el texto aprobado en el Congreso por una mayoría del PP, modifica una norma de 2006 y regulará más del 54% de la superficie del país, 27,7 millones de hectáreas que están consideradas suelo forestal, de las cuales dos tercios están en manos privadas.