­Los hoteles siguen perdiendo su particular pulso con el resto de alojamientos no reglados de las Pitiusas. En septiembre, y por primera vez en la historia de ese mes, más de la mitad (el 50,17%) de los 433.623 turistas que vinieron a Ibiza y Formentera decidieron alquilar casas para alojarse o bien prefirieron dormir en las viviendas de su propiedad, de sus familiares o de sus amigos. A los hoteles solo acudió el 49,82% de los viajeros, cuando un año antes ese porcentaje era del 60,7%, según la encuesta de gasto turístico (Egatur), cuyos datos fueron publicados esta semana por el Institut d´Estadística de les Illes Balears (Ibestat).

En solo cuatro años, los hoteles no han parado de perder peso en ese aspecto: en 2010, por ejemplo, optaron por sus camas el 73,5% de los turistas llegados a las Pitiusas, 23 puntos porcentuales más que en la actualidad. Lo más significativo es que aquel año contrataron habitaciones en hoteles 224.348 personas, 8.000 más que en 2014, y eso que en septiembre de 2010 solo veranearon en las Pitiusas 305.375 individuos, 128.000 menos que en el mismo mes de 2014. Todo el aumento de turistas registrado en estos últimos cuatro años ha ido pues a parar a la bolsa de las viviendas turísticas en alquiler, tanto legales como no. Y el salto más grande se ha dado en el último año, cuando la oferta extrahotelera ha registrado un aumento de clientes del 44,5%, con 67.000 turistas más en solo doce meses. Mientras, los de los hoteles experimentaron un descenso de casi un 7% (16.000 menos en un año).

Menos pernoctaciones hoteleras

Ese auge de los apartamentos turísticos (legales e ilegales) tiene consecuencias en el número de pernoctaciones. Pese a albergar al 49,8% de los viajeros, solo el 39,2% de las pernoctaciones durante septiembre se produjeron en hoteles y establecimientos similares. La mayoría, el 60,8%, fue en alojamientos en alquiler y en inmuebles de colegas, padres, hermanos o propios. En total se contabilizaron en septiembre 3,5 millones de pernoctaciones, de las que 1,38 millones correspondieron a hoteles y el resto (2,14 millones, la mayoría) a las demás opciones al margen de los hoteles. Estas últimas son 741.000 más que las del mismo mes de 2013.

Seguro que los hoteleros temblarán cuando analicen los datos de este año, en el que se observa un crecimiento inusual de turistas que les dan la espalda. Su susto será mayúsculo cuando las comparen con las de otros ejercicios: en los primeros nueve meses de 2014 se han producido 19,3 millones de pernoctaciones en las Pitiusas, de las que 9,2 millones correspondieron a estancias en hoteles y establecimientos similares. El resto, 10 millones, fueron en alojamientos alquilados por los turistas, o en sus propias viviendas, de sus amigos o de sus familias.

Es decir, en lo que va de año el 52% de las pernoctaciones no se produjeron en hoteles. Es un dato muy significativo, especialmente si se compara con lo sucedido, por ejemplo, en todo 2013: hace un año se registraron un total de 19,18 millones de pernoctaciones en 12 meses (140.000 menos que en nueve meses de 2014), de las que 10 millones fueron en hoteles y 9,1 millones en el resto de opciones no regladas. Es decir, en un solo año (y aunque aún faltan los datos del último trimestre) se ha dado la vuelta a la tortilla.

La cifra de pernoctaciones en hoteles en septiembre fue la más baja del último lustro: se contabilizaron 300.000 menos que hace un año, 140.000 menos que en 2012, 442.000 menos que en 2011 y 189.000 menos que en 2010, justo lo contrario de lo sucedido con el resto de ofertas de alojamiento de las Pitiusas.