­Pocos placeres hay tan ibicencos como terminar un buen banquete con una copita de hierbas ibicencas o acompañar un flaó con un chupito de este licor. Con el objetivo de hacerse con una botella de ´herbetes´ caseras, más de una veintena de vecinos del barrio de Ca n´Escandell de Vila se apuntaron ayer al taller de hierbas ibicencas que organizaba la Agrupación Tres Barrios en el espacio Es Fornàs, con el objetivo no solo de tener en casa una botella de este delicioso licor, sino de aprender mucho del campo pitiuso a través de los ingredientes principales de la receta.

«Hemos estado toda la mañana de excursión por Sant Miquel, desde las 10 hasta casi las dos de la tarde, para recoger todas las hierbas que forman parte de la receta», explicaba ayer Pilar Martín, secretaria de la asociación del grupo vecinal y conductora del cursillo.

El taller comenzó con una exposición de todas las hierbas, identificadas sobre una gran mesa en el local de la asociación, que ya se está quedando pequeño para albergar todas las actividades que organizan, según subraya Áurea Corral, presidenta de la agrupación vecinal. «En el taller de yoga no cabe la gente, tenemos lista de espera y al de Magic vienen ente 20 y 30 chavales todos los viernes y domingos. Además tenemos bolillos, petanca, pintura, costura, informática... cada vez más cosas y estamos muy contentos de tener ya 150 socios, porque empezamos hace relativamente poco, en abril de 2011», recordaba antes de ponerse manos a la obra con las hierbas.

Para elaborar el licor, la asociación encargó 115 litros de anís, «ni muy fuerte ni demasiado suave», según Pilar Martín. Cada vecino llevó sus botellas de cristal vacías -algunas tamaño king size- para ir rellenando con hierbas y anís. «Les aconsejo que traigan botellas grandes, botellones o, mejor incluso, garrafas porque, si son pequeñas, a poco que metes las hierbas, el anís casi no cabe», remarcaba Martín, que dio algunas nociones a los alumnos sobre las cantidades que hay que poner de una y otra hierba. «De la ruda, por ejemplo, hay que introducir muy poco porque tiene un sabor muy potente», apuntaba.

Maruja, Antonia, Lina, Fina, Pepita o Raquel, entre otras participantes, fueron introduciendo en sus botellas su particular receta de hierbas.

«Hay miles de fórmulas diferentes pero nosotros proponemos una de ramas de romero, manzanilla, frígola, hierbaluisa, hinojo, laurel, enebro, ruda, un limón pequeño verde, tres hojas de limonero, tres hojas de nogal, una ramita de salvia, menta, clavo, piel de limón, granitos de café, piel de naranja y canela en rama. Hay gente que las prepara con más de veinte hierbas diferentes», relataba la experta.

Una vez introducidas las hierbas y el anís hay que cerrar la botella y ser pacientes, porque han de pasar como mínimo tres meses para degustar el licor. Lo aconsejable es que se deje más tiempo: el licor es mucho más sabroso, tiene un color más fuerte y más cuerpo si se deja más tiempo.

Una receta no muy difícil en la que lo importante «es no pasarse con algunos ingredientes muy potentes», explicaba Martín.