Las rachas de viento de más de 80 kilómetros por hora sacaron ayer de la pista de aterrizaje de Son Sant Joan a un caza F18 del Ejército del Aire. La pericia del piloto, que sorteó varios postes de señalización y torretas de iluminación, evitó males mayores. Ni el piloto ni el aparato sufrieron daños. Desde el aeropuerto y desde la base aérea de Son Sant Joan activaron el plan de emergencia y salieron varios camiones de bomberos y ambulancias.

El Ejército del Aire informó de que el caza participaba en las maniobras Sirio Tormenta 2014 que consisten en la simulación de un combate entre seis aeronaves mediante vídeo. Los aviones van descargados de armamento. Cuando uno de los F18 estaba intentando tomar tierra en Son Sant Joan, una fortísima ráfaga de viento desplazó el aparato de su trayectoria y terminó en los aledaños de la pista. A raíz de este incidente, que ocurrió a las 11.30 horas, los otros tres aviones de combate que estaban realizando los ejercicios en ese momento fueron desviados al aeropuerto de Ibiza, donde tomaron tierra sin dificultades y aguardaron a que el viento amainara en Mallorca para regresar a Son Sant Joan.

El caza accidentado fue remolcado hasta la base aérea. Tras el incidente, la pista fue revisada y se comprobó que no había sufrido daños, según informó AENA, que indicó que la operativa del tráfico aéreo no se vio afectada.

Los cazas formaban parte de un grupo de seis F18 que se habían desplazado a la base aérea de Son Sant Joan procedentes de Zaragoza en el marco del ejercicio Sirio 2014, una operación anual de adiestramiento del mando aéreo de combate y sus unidades. La práctica de ayer forma parte de la primera fase de este ejercicio nacional que consiste en la instrucción y familiarización del personal en relación a su puesto de trabajo, principalmente dentro del JFAC (Joint Force Air Component) y en la creación de un escenario de crisis ficticio.