Los representantes de la Unesco confirmaron ayer que el pasado 28 de enero este organismo remitió un escrito al Gobierno español solicitando que valore el impacto que las prospecciones podrían tener sobre los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad y, en concreto, sobre las praderas de posidonia. El movimiento de la Unesco se produjo después de que el director del Centro de Patrimonio Mundial, Kishore Rao, fuera informado de la existencia del proyecto del Golfo de Valencia por parte del presidente del Consell de Ibiza, que le envió una carta mostrando la preocupación de las instituciones insulares.

En la Unesco, donde todavía no han recibido respuesta a esta solicitud, indicaron ayer a los políticos pitiusos desplazados a su sede de París, que si su petición no es respondida o la información enviada por España es insuficiente, podrían realizar una advertencia al Gobierno, en caso de que el informe de impacto ambiental que emita sea positivo. Dicha advertencia podría detener las prospecciones mientras el Comité de Patrimonio estudia la situación.

Hasta el Centro de Patrimonio Mundial, en Francia, se desplazaron ayer los presidentes de los dos consells pitiusos, Vicent Serra y Jaume Ferrer, y la alcaldesa de Ibiza, Pilar Marí. Les acompañaron las conselleres de Cultura, Pepita Costa, y Medio Ambiente, Pepa Costa, de Ibiza; la vicepresidenta segunda del Consell de Formentera, Sònia Cardona y el concejal de Medio Ambiente de Vila, Joan Mayans, además de Jaume Estarellas, biólogo representante de la Alianza Mar Blava. Fueron recibidos por Mechtild Rössler, directora adjunta del centro, por Fanny Douvere, encargada del Programa de Patrimonio Mundial Marino, y por Kerstin Manz, responsable de Europa del Oeste.

«La Unesco ve el peligro»

«Si el Gobierno emite un informe de impacto ambiental que satisface a Unesco tendremos que asumirlo, pero si ese informe no corresponde a la realidad y hay un pronunciamiento positivo será cuando la Unesco formule su advertencia», matizó Vicent Serra tras el encuentro. En su opinión, «lo único que puede dar por bueno la Unesco es que no haya impacto sobre la zona, y es evidente que lo hay. No van a admitir un informe que diga que no pasa nada cuando tienen las prospecciones a 60 kilómetros de la zona Patrimonio. Sería contradictorio. Es incompatible», argumentó el presidente del Consell de Ibiza. «La Unesco ve el peligro que existe y han sido los primeros en pedir un informe al Gobierno central», insistió.

Serra recordó que el informe de impacto ambiental de Cairn Energy dice «que no tiene por qué haber impacto sobre la zona Patrimonio porque está lo suficientemente alejada», algo que «el Gobierno central había dado por bueno». Sin embargo, los representantes de las islas pretenden que la posición del Ministerio de Medio Ambiente cambie gracias a la petición de la Unesco, las alegaciones presentadas y el informe negativo de la Comisión de Medio Ambiente del Govern balear.

El presidente del Consell de Formentera destacó que la solicitud de la Unesco ayudará a concienciar al Estado Español de que cualquier informe de impacto ambiental debería tener en cuenta los perjuicios potenciales sobre los bienes Patrimonio de la Humanidad.

«Valor universal excepcional»

Por su parte, la alcaldesa explicó en París que el Consistorio, como entidad promotora de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, es la encargada de cumplir con los deberes que garanticen esta distinción. Según apuntó, el Ayuntamiento de Ibiza ha realizado «un inventario retrospectivo de los bienes, con una cartografía más actualizada, y está tramitando en estos momentos la declaración de valor universal excepcional, junto con un plano de gestión e informe de conservación de la posidonia».