El propietario de las seis casetas ilegales construidas en una zona protegida de Benirràs, donde desarrolla actividades lucrativas relacionadas con la práctica del yoga, ha levantado una nueva instalación en los últimos dos meses ante la inactividad del Ayuntamiento de Sant Joan.

José Luis Rodríquez, concejal de la oposición de Sant Joan, presentó hace dos meses y medio una moción en el pleno para la retirada de estas casetas ilegales. La propuesta fue aprobada por unanimidad y el Consistorio se comprometió a actuar. Las medidas que se pactaron incluían retirar la construcción, paralizar la actividad lucrativa e informar al propietario de que estaba cometiendo un acto delictivo.

Sin embargo, después del acuerdo del pleno, estas construcciones siguen en pie y además, después del incendio producido en la zona son todavía más visibles al no haber tanta vegetación. Rodríquez insistió en que «no se ha actuado» y que mañana en el pleno volverá a denunciar la situación y exigirá explicaciones al equipo de gobierno.

El concejal de Urbanismo de Sant Joan, Joan Escandell, explicó que el expediente «está en marcha» aunque indicó que estos conflictos «no se resuelven de un día para otro». «El procedimiento habitual es que se envíe una circular a la personas implicada y se le otorgue un plazo para cesar el acto delictivo», añadió Escandell. Por lo que si el propietario no ha abandonado la actividad, «será porque aún está dentro del plazo», aunque lo más probable es que cuando lo agote, presente un recurso al Ayuntamiento, que Escandell aseguró «será denegado». El concejal explicó que, en estos casos, «los procesos se alargan» y que «es habitual» resolverlos en los juzgados. El concejal y el alcalde tienen constancia de la permanencia de las casetas y aseguraron que «tomarán medidas».