­El grupo político Movimiento Ciudadano EPIC ha contratado a una empresa especializada en estudios de sonometría para que realizara controles de ruido en 38 puntos de la isla, correspondientes a locales de ocio nocturno de los municipios de Sant Josep, Vila y Sant Antoni. El resultado de estos informes, que la formación política dio a conocer ayer, revelan que en 32 de estos establecimientos se exceden los límites autorizados por la normativa medioambiental. Solo dos de las sonometrías realizadas cumplían lo especificado en las ordenanzas y en cuatro no se logró obtener valores correctos.

Con estas conclusiones, y dentro de la campaña de salud acústica que está desarrollando este partido, EPIC ha recurrido a un despacho de abogados especializado en delitos medioambientales y ayer presentó escritos en los tres Consistorios para denunciar los elevados niveles de ruido y hacerse eco de las quejas vecinales. En estos documentos se solicita a los tres ayuntamientos que actúen para que la contaminación acústica se reduzca hasta quedar dentro de los límites legales y que se precinten los equipos musicales de aquellos negocios que no estén autorizados a tenerlos. Además, la formación exige que se suspendan de inmediato «las actividades al aire libre, por estar prohibidas por su propia normativa». En este sentido, el portavoz de EPIC en Vila, Antonio Villalonga, indicó que incluso en los casos en los que ese tipo de actividad esté autorizada por las instituciones, la legislación en materia de ruido no debe obviarse.

Acciones legales

La formación advierte de que las «acciones u omisiones» de los consistorios respecto a los hechos denunciados podrían llevarla «a emprender las acciones legales oportunas» contra aquellos que demuestren apatía municipal y no hagan cumplir sus propias ordenanzas para garantizar el bienestar de sus vecinos y una adecuada convivencia con los locales de ocio nocturno. Los denunciantes aseguran que esperarán hasta «primeros de septiembre» para valorar si los responsables han actuado, y de no ser así acudirán a la justicia, aunque para ello solicitan la ayuda de los afectados. «Sabemos que son muchas las personas que sufren estas molestias y guardamos todas las denuncias vecinales remitidas a medios de comunicación, pero legalmente estos escritos no tienen validez por lo que solicitan a todos los afectados que presenten quejas en el Ayuntamiento que les corresponda y que colaboren económicamente con la campaña de salud acústica», señaló el edil. Quienes deseen contribuir con esta causa pueden ingresar su aportación en una cuenta habilitada para ello. Hasta el momento, 15 particulares están apoyando a la formación en este campaña, bien através de donaciones bien mediante presentación de denuncia. Se han recogido ya 6.300 euros destinados a las mediciones y al soporte a las acciones en contra de la contaminación acústica.

EPIC insiste en que su trabajo no va en contra de los locales de ocio nocturno, que entiende que deben existir, sino de quienes deben velar por la convivencia de estos con el uso residencial pero no realizan su trabajo. Destacan que sus mediciones son «orientativas» puesto que no se midieron algunas zonas relevantes como el centro de Sant Antoni y su bahía, así como nuevos locales inaugurados en el municipio de Santa Eulària con posterioridad a los controles, que se realizaron al inicio de la temporada turística, cuando algunos negocios todavía no estaban en funcionamiento.

Las mediciones revelan que al menos dos locales de Cala Tarida superan el límite legal, de entre 55 y 63 decibelios. En Sant Antoni se han encontrado dos negocios que cumplen la normativa y están correctamente insonorizados y uno que no (en las zonas observadas). En Vila hay 18 locales infractores y alguno de ellos supera los 83 decibelios. Más alarmantes son los datos registrados en Platja d´en Bossa, donde se detectaron más de una decena de infracciones. Uno de los establecimientos de esta zona llegó a emitir 92 decibelios el día de la medición.