Los hoteleros de Sant Antoni volverán a poner en marcha, por segundo año consecutivo, el servicio de vigilancia privada -los llamados serenos- para mejorar la seguridad en el casco urbano y compensar la insuficiente cantidad de efectivos de la Policía Local. Está previsto que esta temporada aumente tanto el número de empresarios implicados en esta iniciativa como la cantidad de vigilantes que se contratarán.

El vicepresidente de la Asociación Hotelera de Sant Antoni, Juanjo Planells, confirmó que los buenos resultados obtenidos el año pasado han animado a repetir la experiencia, que probablemente se extenderá a un mayor número de establecimientos. Está previsto que el servicio empiece a prestarse el 15 de junio y se prolongue hasta el 15 de septiembre, periodo que constituye la época de mayor conflictividad en Sant Antoni por la mayor afluencia de turistas.

Inicialmente, el número de hoteleros que aportarán fondos para sufragar el contrato de los serenos será superior a los 40, pero seguramente se sumarán propietarios de bares, comercios y restaurantes del West End, que se han puesto en contacto con los hoteleros «porque también quieren participar», señaló Planells. «Hoy mismo [por ayer] me han llamado un comercio y un restaurante interesados en el asunto». «La próxima semana se hará una reunión para ver si se amplía el número de participantes», añadió.

Al igual que el año pasado, se comenzará con cuatro vigilantes -repartidos en dos parejas-, «pero la idea es que se aumente su cantidad y su radio de acción según avance la temporada», explicó este representante de la patronal.

«Ir de hotel en hotel»

De acuerdo con las instrucciones impartidas desde el Cuerpo Nacional de Policía, estos serenos no puede realizar, formalmente, labores de patrulla callejera y se han de limitar a estar presentes en los establecimientos hoteleros, aunque «pueden ir de uno a otro, hasta una distancia de dos kilómetros entre ellos», explicó el vicepresidente de los hoteleros de Sant Antoni. Pese a esa limitación, y dadas las características y configuración del casco urbano, en la práctica ello equivale a realizar la vigilancia callejera que fue el origen de la implantación de este servicio.

La Asociación Hotelera de Sant Antoni ha pedido también la participación del Ayuntamiento en esta tarea, aunque de momento no hay una respuesta concreta. Juanjo Planells señaló que aún están pendientes de unas últimas conversaciones con el equipo de gobierno.

«Se les ha pedido colaboración, pero la verdad es que la cosa está como está», afirmó en alusión a la precaria situación de las arcas municipales.

Ayudar a los turistas

Los hoteleros de Sant Antoni recalcan que la función de estos serenos no solo es la de prevenir posibles situaciones conflictivas sino también auxiliar a los propios turistas que puedan sufrir percances durante su estancia en esta localidad, como robos, agresiones, extravíos o ayuda de todo tipo.

El servicio se implantó por primera vez en Ibiza durante la temporada pasada, en vista de la insuficiencia de efectivos policiales con que cuentan los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad, tanto estatales como municipales.

Los empresarios recalcan que su voluntad es colaborar con dichos cuerpos, a los que reiteradamente han expresado su agradecimiento por su dedicación y esfuerzo en una época tan complicada como el verano en Sant Antoni.