­El PP rechazó ayer una propuesta para controlar la proliferación de serpientes en las Pitiusas, consideradas especies invasoras por el Catálogo nacional, con el argumento de que no es un problema prioritario y que ya ha enviado una carta al Ministerio para informarle sobre la cuestión, según explicó la diputada ibicenca de PSOE-Pacte Esperança Marí, que presentó la proposición no de ley en la Comisión de Medio Ambiente del Parlament balear. El representante del PP en la comisión fue el diputado ibicenco Jaime Fernández.

«El Govern se desentiende totalmente de este problema», denunció Marí, que recordó que la ley obliga al Govern a que realice un protocolo de erradicación y control de las especies invasoras, como es el caso de las serpientes que se han detectado en las Pitiusas, y advirtió de que el problema puede llegar a ser muy grave si no se actúa ya. La diputada criticó la «desidia y dejadez» del PP en este asunto y señaló que, por el contrario, en la sierra mallorquina de Tramontana sí se aplica un programa de erradicación de serpientes, cuando en ese caso no son consideradas especies invasoras (como sí lo son en las Pitiusas).

La proposición no de ley planteaba crear las disposiciones necesarias para evitar la entrada de estos ofidios en Ibiza y Formentera, de acuerdo con los agentes comerciales y empresariales, así como elaborar las estrategias precisas para gestionar, controlar y erradicar las serpientes en las Pitiusas, e instaurar un control por parte de las fuerzas de seguridad del Estado para impedir la entrada de ofidios a las islas. Además, proponía que el Govern creara mecanismos de colaboración con los ayuntamientos para controlar la venta ambulante de especies vegetales que puedan ser portadoras de serpientes, y que estableciera medidas de trampeo y captura.

La diputada recuerda que la proliferación de serpientes de la familia Culebridae en Ibiza y Formentera «pone en peligro elementos de la fauna autóctona y distorsiona el hábitat insular de forma significativa». En las islas ya se han detectado hasta tres especies, una venenosa.

Las áreas de Sant Llorenç y Sant Rafel son las más afectadas por la presencia de estos ofidios, aunque se han encontrado en otros lugares de la isla. «En Formentera es gravísimo y se podría actuar fácilmente», lamenta Marí.