­Pedro Campillo, exconcejal del Ayuntamiento de Ibiza y dirigente del sector crítico del PSOE ibicenco, quedó ayer proclamado secretario general del primer partido de la oposición tras obtener 34 votos frente a su oponente oficialista, Vicent Torres, que logró 33, uno menos. La victoria de los críticos en el congreso socialista insular supone la derrota del sector en el que figuran casi todos los principales cargos institucionales del partido y sus cabezas de lista.

La elección de Campillo como nuevo líder socialista se produjo en una jornada tensa, en la que un sector y otro centraron sus esfuerzos durante todo el día en inclinar hacia sí la equilibradísima balanza de apoyos con que ambos contaban. La pugna se acentuó por el hecho de que un delegado inicialmente afín a los críticos renunció a acudir al congreso. Este hecho sumió en el nerviosismo a los críticos y abrió una puerta a la esperanza a los oficialistas de Vicent Torres. Mientras los seguidores de Campillo intentaban –y finalmente lograron– que ese delegado pudiera ser sustituido por el siguiente en la lista –que también era del bando crítico–, los partidarios de Torres trataban de evitar que esa baja pudiera ser sustituida, lo que restaría un voto a sus oponentes.

La mesa del congreso, presidida por Fernando Fernández, tuvo que emplearse a fondo para dilucidar el conflicto y llegó a requerir el auxilio de la sede central del PSOE en la calle Ferraz, que acabó dejando en manos de la mesa del congreso ibicenco la solución al problema. Finalmente, este órgano decidió aceptar la sustitución del delegado ausente, lo que dio la victoria a Campillo. Algunos seguidores de Vicent Torres, viéndose ya perdedores en la inminente votación, se mostraban partidarios de impugnar el resultado del congreso, pero ninguno de los dirigentes oficialistas llegó a confirmar que se haya decidido ya tal impugnación. «Tenemos que analizarlo y estudiarlo», afirmó Vicent Torres.

Homenaje a Antonio Roldán

Pedro Campillo, nada más ser elegido, dedicó sus primeras palabras en el instituto Xarc de Santa Eulària, donde tiene lugar el congreso, a «un amigo que ha tenido que aguantar mucho en lo personal y lo humano, al que le han hecho mucho daño», afirmó dirigiéndose a Antonio Roldán. También citó al concejal de Sant Joan José Luis Rodríguez.

«Me comprometo a trabajar por la unión. Aquí no sobra nadie. Cabemos todos desde la discrepancia leal», manifestó el nuevo líder del PSOE ibicenco ante el plenario del congreso.

Pedro Campillo afirmó que el partido «debe recuperar los valores como el mérito y la capacidad, así como los valores socialistas de siempre».

También se dirigió a la secretaria general del partido en Balears, Francina Armengol, presente en la convención ibicenca. «Me tienes a tu disposición para lo que quieras», afirmó. Campillo dijo que su misión es «recuperar el Govern, el Consell y los ayuntamientos». «Que el triunfo sea colectivo», agregó para recalcar su deseo de «unidad». «Me comprometo a trabajar por la unión», fue otra de sus afirmaciones en su primer discurso como secretario general.

Invitación al derrotado

En posteriores declaraciones a los periodistas, el exconcejal de Vila reiteró su intención de «recuperar las banderas de identidad del PSOE» y anunció que propondrá al candidato derrotado, Vicent Torres, que entre a formar parte en la nueva ejecutiva, que quedará nombrada hoy en la segunda y última jornada del congreso.

El presidente de la mesa, Fernando Fernández, antes de dar a conocer el resultado de la votación, afirmó: «Habéis votado y ahora llega el momento de olvidarse de todo lo demás. El que salga elegido es el secretario general de la FSE y hay que llevar el agua a buen puerto».

Protagonista

COMPROMISO. En busca de la unidad en el partido

«Aquí no sobra nadie. Cabemos todos desde la discrepancia leal»

El nuevo secretario general afirmó que a partir de ahora dedicará sus esfuerzos a integrar las dos grandes corrientes que forman el partido.

«Hay que recuperar el Govern, el Consell y los ayuntamientos»

Campillo señaló que su prioridad será trabajar para recuperar las instituciones perdidas en las elecciones.