Estudiantes con las mejillas embadurnadas de harina, camisetas de jugador de baloncesto y pelucas de colores corren entre la multitud del patio del instituto Sa Blanca Dona. Buscan desesperadamente a un jefe de estudios. Lo necesitan para poder completar una de las pruebas de la gincana, una de las muchas actividades organizadas por los profesores y alumnos para celebrar el tradicional Dia del Centre. Son las diez de la mañana y los 600 adolescentes matriculados en el centro (además de algunos padres, profesores y los alumnos de intercambio de Valencia y Asturias) corretean por el patio de taller en taller: elaboración de chapas, intercambio de libros, fabricación de jabón, estampación de puntos de libro, decoración de bolsas de tela, elaboración de magdalenas y queso… «El año pasado salió buenísimo», comenta el director del instituto, Álex Pitaluga, que dentro de un rato se subirá al escenario para recitar un poema. Mónica Yern, secretaria, hace una visita a los alumnos del taller de sargantanes, junto a la puerta del recinto. «¿Cómo va la mía?», pregunta tocando uno de los animales que las alumnas elaboran con hilo de pescar y brillantes cuentas de colores. Los profesores alucinan con el taller, impulsado por Aida, alumna de cuarto de Secundaria, que ha enseñado a sus compañeras cómo elaborar las lagartijas paso a paso.

En la zona central del patio los alumnos de la gincana intentan cazar con la boca (prohibido usar las manos) los caramelos enterrados en harina. No solo hay estudiantes del instituto, también de sexto de Primaria de los colegios Puig d´en Valls y Sa Blanca Dona, que en septiembre comenzarán en el instituto. «Les invitamos para que vayan conociendo el centro», comenta Vicente Pérez, coordinador de actividades extraescolares, antes de ir a cambiarse para participar en la competición de fútbol.

Un grupo de estudiantes vuela con sus bicicletas sobre la pista de tierra, en la que han instalado una rampa. «Fue una propuesta de ellos. Nos la ha dejado el Ayuntamiento de Sant Josep y el instituto ha tenido que asumir el coste del traslado», detalla Mónica. «Eso sí, la condición que les pusimos es que tenían que llevar casco en todo momento», añade Álex. Belén, profesora de plástica, es hoy directora de pintura mural. Capitanea el grupo de adolescentes que se afana pintando un mural en blanco. Los propios alumnos serán los protagonistas del grafiti. Sus siluetas en blanco y negro entre círculos de colores. Acaban de comenzar las seis horas de recreo sin descanso y la figura de Lauti es la primera en estar acabada. A sus pies, botes de pintura y más siluetas.

Entre tanta actividad, algunos buscan rincones tranquilos en los que prepararse para subirse al escenario, especialmente los inscritos en el concurso ´Tu sí que vals´, en el que también actuarán algunos profesores. Fuera de concurso, eso sí, matiza el director, que muestra el improvisado auditorio en el que han convertido el gimnasio. «No tenemos salón de actos», recuerdan Álex y Mónica señalando la tarima flanqueada por colchonetas. Los alumnos del curso de mediación han preparado unos sketchs sobre lo aprendido en el taller, en el que han participado una treintena de personas entre alumnos y profesores. «Este año se ha apuntado una madre, estamos muy contentos», comenta Álex. Los concursantes de la gincana siguen buscando gente para las pruebas. Ahora necesitan encontrar a alumnos y profesores del intercambio de Asturias y Valencia, que están a punto de marcharse de la isla.

En cualquier momento comenzará la fanfarria, el pasacalles que han preparado algunos de los profesores, integrantes de la Eivissa Jazz Big Band. Alumnos de Bachillerato atienden el puesto de comida, con el que intentan conseguir dinero para el viaje de estudios, del que aún se desconoce el destino. Los profesores también se han encargado de la intendencia para el mediodía, cuando, acabado el Dia del Centre con una sesión de discoteca, se sentarán todos a comer un buen arroz.