El pasado 11 de agosto falleció en Berlín el pintor alemán Hagen Voss, afincado en Ibiza (es Cubells) desde 1982. Allí tenía su taller, desde el que preparaba sus exposiciones anuales en la Galería Berri de Sant Agustí. La última concluyó el 29 de julio, apenas dos semanas ante su muerte.

Hagen Voss había nacido en Sondershausen (estado de Turingia, Alemania) en 1935. Desde niño hizo los primeros intentos de dibujo y acuarelas y luego, mientras estudiaba en la escuela primaria y secundaria, dedicó cada minuto libre a la pintura al óleo. En 1951 consiguió acceder a la prestigiosa Universidad de Bellas Artes de Berlín (en aquella época llamada Escuela de Maestros de la Artesanía de Berlín, fundada en 1898). En este centro experimentó con las diferentes técnicas de la pintura de los siglos XIX y XX y estudió a fondo la historia del arte.

En 1954 presentó sus primeras obras en la exposición anual de artistas de la ciudad de Berlín. Después de graduarse en 1956 trabajó hasta 1982 como diseñador gráfico y pintor independiente, sin dejar de pintar. Realizó todos los años exposiciones individuales de sus obras en diferentes ciudades de Alemania.

Después de reunir unos pocos ahorros decidió en 1982 dedicarse exclusivamente a la pintura y mudarse a la isla de Ibiza, de la cual le fascinaba su tranquilidad y su iluminación natural, con sus fuertes contrastes de colores, algo característico que se refleja en cada una de sus pinturas. Hasta construir su casa y taller definitivo en es Cubells, vivió unos años en es Torrent.

Horizontes y entorno aparecen en sus lienzos muy a menudo enmarcados por ventanas o vistos a través de cortinas de velo abiertas, forzando al espectador a enfocarse en los detalles. Sin embargo, en los últimos años se volcó algo a la abstracción. Varios óleos muestran como sus amapolas concretas se convierten en globos que ascienden por encima de bosques reticentes y se pierden en horizontes inconcretos. Desde 1983 presentaba todos los años sus nuevos descubrimientos sobre la isla en sus muestras de la Berri y «exportaba» sus experiencias ibicencas a numerosas exposiciones en Berlín.

Con la muerte de Hagen Voss se pierde un íntimo amigo, conocedor de la intimidad de la isla. Y a un pintor sincero y uno de los mejores conocedores de la historia del arte.

Todos los días, al salir cansado de su taller –ubicado en la cima de su finca– se quedaba parado un momento para dirigir su vista hacia el mar y Formentera. Solo la muerte le pudo separar de su paraíso.