El entramado empresarial de Fernando Ferré y sus 60 hoteles –58 en Ibiza y dos en Mallorca– ocupan a más de 1.600 trabajadores, según la estimación ofrecida ayer por el sindicato Comisiones Obreras, uno de los que tienen representantes en algunos de los establecimientos del grupo. Esto convertiría al Grupo Playa Sol en la mayor empresa de Ibiza y Formentera en número de trabajadores, pues ella sola coparía un porcentaje nada desdeñable de la población activa de la isla.

La variedad de condiciones laborales y salariales en que trabaja esta gran cantidad de personas varía mucho en función de un hotel u otro y también dependiendo de su cometido profesional. Los sindicatos han denunciado de manera reiterada la precariedad salarial y las condiciones infrahumanas en que a menudo trabajan los asalariados de Ferré (ver página 4).

«Si estos hoteles cerraran, lo que sucedería sería una verdadera hecatombe», señaló Felipe Zarco, quien dijo que Ferré ya se había deshecho en los últimos tiempos de uno de sus hoteles, el Nautilus, de la bahía de Sant Antoni, que ha vuelto a manos de sus antiguos explotadores. «Pero tienen que restaurarlo de arriba a abajo, porque Ferré lo había dejado inservible», afirma Zarco.

La detención de Fernando Ferré y su hijo ha causado un gran desconcierto entre los empleados de la cadena, la mayoría de los cuales se enteraron de este hecho a través de los medios de comunicación.