Un coolhunter, o cazador de tendencias, daba ayer una charla plagada de terminología inglesa (preppy, oversize, the boyfriend shirt...) para explicar lo que se va a llevar en los próximos meses. El auditorio, atentísimo, no paraba de tomar notas muy cerca de donde están instalados los 26 diseñadores de moda ibicenca que acuden este año a la Semana Internacional de la Moda de Madrid. Aunque las propuestas ibicencas también toman nota de las tendencias, lo cierto es que la mayoría de los diseñadores aseguran que si están resistiendo el envite de la crisis es porque se mantienen fieles a un estilo imperecedero. Además, el corte Adlib está de moda, al menos entre las novias que huyen de lo convencional. Eso es lo que afirma Moisés Lopez, relaciones públicas de Charo Ruiz, así como Dídac Espin, comercial de Luis Ferrer, o el diseñador Tony Bonet de Bianca. «Casarse con un vestido Adlib y a ser posible en Ibiza está de moda», subraya López acompañado por la modelo Ana Vide que, precisamente, lleva un vestido de novia muy trabajado que llama la atención de los compradores.

Piluca Bayarri no puede desvelar su identidad pero asegura que una actriz internacional se ha interesado por unos de sus vestidos, con el que suele cerrar sus desfiles, para llevarlo a un acto a Hollywood. «Estas cosas siempre gustan», confiesa, tras asegurar que Norma Duval visitó su espacio en la feria para interesarse por los nuevos diseños.

Por su parte, la consellera de Comercio del Govern, Francesca Vives, que se confiesa «seguidora» de la moda Adlib, acudió ayer a la feria para hablar con los diseñadores de sus preocupaciones y de cómo ven la temporada. «Me voy con una buena impresión porque veo que hay clientes en todos los puestos y que los diseñadores han tenido que hacer un hueco para saludarme», explicó la consellera, que prometió que no habrá recortes presupuestarios en todo lo relacionado con las ayudas a los empresarios. «La conselleria ha sufrido un ajuste del siete por ciento en relación al ejercicio anterior, pero dedicaremos el mismo presupuesto en ayudas a los empresarios», aseguró. Porque, a pesar de las buenas impresiones de Vives, la crisis es evidente y constatable en la feria. Si hasta hace dos o tres años los puestos de moda ocupaban hasta nueve pabellones del recinto ferial, este año son sólo dos.

Hay empresarios muy satisfechos como Verónica Bühler, que es la responsable de la firma Tanit Jeans de vaqueros exclusivos con pedrería y cristales Swarovski. «Es la primera vez que vengo y estoy muy contenta. He hecho buenos contactos con empresarios de Rusia, México, Portugal, Alemania...», asegura. Sebastián Vernetta y Dina Vázquez, de la firma Gipo, también son optimistas, pero marcas como Bianca, Luis Ferrer, Sweetdreams o Pepa Bonett admiten que este año es el más flojo de los últimos, el primero en el que verdaderamente están notando algo más la crisis. Que sea flojo no implica que sea malísimo y prueba de ello es que hay compradores en los espacios pitiusos. «Mantenemos una línea y un estilo propio pero estas ferias también son útiles para saber lo que pide el cliente y adaptarse a ello, como en mi caso, en el que he incluido una línea de malvas porque es tendencia», confiesa Georgina Hurtado de Sweetdreams.

Marta Raffo apuesta por su colección Ibiblue, más juvenil, y por la tradicional Morocha. Attittude presenta unos preciosos caftanes con estampados y apliques. Los blancos de Pepa Bonett se funden con piezas de estilo Adlib de hasta una veintena de colores. Piluca Bayarri muestra orgullosa su colección Es Vedrà, con colores beige ribeteados en tonos tierra y capazos a juego. De los Ángeles viste a los pequeños con colores alegres, bordados y paillettes... Una moda que remite a la luz de Ibiza.