El presidente del Govern, Francesc Antich, se reunirá hoy en París con Francesc Bandarin, director del Centro del Patrimonio Mundial, dependiente de la Unesco, para defender el proyecto de ampliación del puerto de Vila y solicitar que la misión de seguimiento que debe evaluar su impacto sobre los elementos declarados Patrimonio de la Humanidad se haga cuanto antes para no demorar el inicio de las obras.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Francesc Triay, la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, y la directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura, Ángeles Albert, también asistirán a este encuentro en la capital francesa con el ´número uno´ del Centro del Patrimonio Mundial.

La alcaldesa explicó ayer, tras la inauguración de las terceras jornadas de gestores de lugares Patrimonio de la Humanidad, que este año el Ministerio de Cultura organiza en Ibiza, que todas las instituciones pondrán a disposición del Centro del Patrimonio Mundial el proyecto de ampliación del puerto y «los informes y estudios previos que se han hecho, así como todo lo que pueda ser de interés para los técnicos de la Unesco».

Destacó la importancia de que la inspección se haga «cuanto antes» para que las obras no se demoren, ya que «muchos ciudadanos hace muchos años que están esperando estas obras».

En la 33 sesión del Comité del Patrimonio Mundial celebrada hace unos meses en Sevilla se decidió, a raíz de una denuncia presentada por el Grup d´Estudis de la Naturalesa (GEN), suspender el inicio de las obras del puerto hasta que se evalúe su impacto sobre los elementos declarados Patrimonio de la Humanidad. Pese a ello, la Autoridad Portuaria de Balears ha continuado con el proceso de licitación de las obras, pero no puede iniciarlas hasta que el Comité del Patrimonio Mundial descarte cualquier afectación sobre los elementos protegidos o solicite medidas correctoras.

Proceso lento de exclusión

La subdirectora general de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, Angeles Alastrué, que inauguró ayer las jornadas de gestores del Patrimonio Mundial, aseguró que espera que la declaración de Ibiza no corra ningún riesgo por el proyecto del puerto. «La alcaldesa y la directora general de Bellas Artes viajan a París para conciliar posturas y evitar que se llegue a esta situación.

Sería una pérdida para todos», dijo Alastrué, al tiempo que explicó que el proceso para retirar una declaración es «muy lento» ya que previamente, «cuando se demuestra que el proyecto puede dañar el Patrimonio se inscribe en una lista en peligro».

La alcaldesa dijo que en las jornadas de gestores culturales no era «procedente» tratar el problema de Ibiza por ser un asunto «local». Sin embargo, en la primera ponencia del día, en la que la consejera técnica de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico, Esther Rodríguez, informó de las decisiones adoptadas por el Comité en Sevilla, ésta explico el tema del puerto y recordó que está pendiente la visita de los técnicos para evaluar la repercusión del proyecto sobre los bienes protegidos.

Lurdes Costas insistió en que se «va a demostrar» que el proyecto es «legal» y que el Patrimonio de la Humanidad «no corre ningún riesgo». «Se ha dicho ya muchas veces: las obras no afectarán a ningún bien, a ninguna de las zonas de protección y se harán con todas las medidas cautelares para que no se produzca ningún problema», dijo la alcaldesa, que insistió en que se trata de un proyecto «imprescindible para la ciudad».