Que, según reconoce la CAEB, la mejora que está experimentando la hostelería en esta temporada no esté afectando igual a todos los establecimientos. La frase empleada por el responsable de la patronal en las Pitiüses, Enric Moreno, lo deja bien claro: «Los grandes crecen, pero los pequeños se mantienen o bajan». Y es que las buenas cifras de la temporada se están reflejando más en las cuentas de las grandes cadenas hoteleras y de los hoteles de lujo, que en los negocios familiares. Algo muy similar está pasando en los restaurantes y en todo tipo de comercios. El lujo vende en la isla y el crecimiento económico está siendo muy desigual en los últimos años.

Que el Ayuntamiento de Sant Antoni haya seguido contratando como policía turístico al agente que rompió varios dientes de un porrazo a un joven que participaba en un botellón, pese a que tiene juicios pendientes por agresiones. El concejal de Gobernación reconoció al menos uno por una pelea, aunque matizó que no estaba de policía sino de paisano. El agente ha denunciado también al joven por agresión y desacato, ya que, según su versión, fue el chaval el que se abalanzó sobre él y se golpeó con la porra cuando estaba en posición de defensa, algo muy difícil de creer.