Los agricultores están recibiendo información del Govern y el Consell «puntualmente» sobre las medidas emprendidas para evitar la propagación de la 'Xylella fastidiosa' en la isla, y cómo mantenerla bajo control. Pero lo que les preocupa es que la Unión Europea obligue al Govern a elevar el grado de alarma y Balears pase de estar en cuarentena a declararse zona de erradicación de una plaga que obligó a arrasar un millón de olivos en Italia.

«No sabemos qué pasaría en una isla como Ibiza, con la masa de vegetación que existe y la cantidad de plantas herbáceas y arbustivas que son susceptibles de hospedar» la bacteria, advierte Joan Marí, presidente de Agroeivissa. «Si ordenan arrancar las plantas, no quedará nada. La preocupación existe, porque hay poca información de momento y porque Europa plantea una medida muy agresiva», explica Joan Tur, 'Armat', al frente de la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni.

«El peor escenario sería el de tener que talar. El Govern ha pedido que se declare la zona de contención y esperamos que con eso baste», añade Marí, aunque las declaraciones de la ministra de Agricultura, Isabel Tejerina, culpando a los controles del Govern le han creado «ciertas dudas». Porque, dice, evidencian la presión que ejercen otras comunidades para evitar cualquier riesgo: «Tienen miedo de verse afectados porque son zonas productoras fuertes, como Andalucía con el olivo o Levante con los cítricos», asegura Marí. El presidente de Agroeivissa recuerda que la ministra debe lograr que Bruselas no declare la «zona de erradicación».

La conselleria balear de Medio Ambiente ha creado un grupo de coordinación, tal como marca la estrategia nacional contra la plaga, con representantes del Consell, que ha constituido su propio grupo de trabajo. Los técnicos del Govern acudieron el viernes pasado a la isla para informar a los olivareros y a los técnicos municipales. El próximo jueves se reunirán con los viveristas de la isla, explicó el conseller de Agricultura, Miquel Vericad.

Cuarentena a la exportación

Se han recogido muestras en toda la isla y un cultivo determinará a qué cepa de la peligrosa bacteria pertenecen. Los tres primeros correspondían a la 'pauca', la más agresiva. Mientras, se mantiene el protocolo que prohíbe la exportación de plantas , salvo las semillas, y obliga a eliminar las infectadas.

A la confusión se suma el hecho de que los síntomas de la 'xylella' «se confunden con otros tipos de bacteria que ya teníamos y estamos habituados a tratar». Eso mismo señala Vericad, que invita a evitar el alarmismo que empieza a cundir en el campo. Y es que muchos temen que la bacteria esté ahora tras la muerte de cualquier planta.

Pero Vericad recuerda, por ejemplo, que muchos almendros de la isla superan la edad media de estos árboles. Además, en las fincas de cultivo abandonadas nadie se preocupa de retirarlos cuando mueren. Eso sin olvidar los cinco años de sequía que han debilitado las plantas.

Marí añade que en las nuevas plantaciones de olivos de la isla no se han dado aún casos de contagio. Vericad abunda en estas explicaciones. Las 21 plantas infectadas detectadas en la isla procedían «la mayoría» de empresas de jardinería, que importan material vegetal, pero también en campos semiabandonados y se trataba de ejemplares descuidados: «No hay un núcleo irradiador», añadió. Todas las plantas infectadas -detectadas en los últimos dos meses- han sido ya erradicadas y se ha sometido a análisis la zona donde se hallaban. Todo sugiere que se han producido «diversas entradas» de la bacteria en la isla «a lo largo de los años».