La unidad de pacientes crónicos que se abrirá en el antiguo hospital tendrá, finalmente, capacidad para acoger a 60 enfermos, según anunció ayer el gerente del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Josep Balanzat. Esto supone duplicar la capacidad prevista inicialmente en el proyecto de reforma del viejo Can Misses, documento que en estos momentos se está modificando para incluir este cambio. Balanzat destacó que la ampliación está motivada por el incremento de la demanda que, calculan, tendrán de este servicio en cuanto comience a desarrollarse la estrategia de atención a la cronicidad de la conselleria balear de Salud.

Así, a las 30 plazas previstas en el espacio que antiguamente ocupaba la planta de Maternidad se añadirán otras 30 en la anterior ala de Traumatología, que se encuentra en el piso inmediatamente superior. Desde el área de salud recalcan que estas 15 habitaciones más ya estaban planificadas, pero la idea era ponerlas en marcha más tarde, en la segunda fase de la remodelación del edificio. Así, lo único que se hace es acelerar la puesta en marcha de 60 plazas. Esto ha obligado a modificar el proyecto, trámite que, insistieron desde el área de salud pitiusa, no demorará más que unas semanas el proceso.

Un portavoz del Área de Salud de Ibiza y Formentera detalló que los trabajos para adaptar estas dos plantas a las necesidades de los enfermos crónicos comenzarán inmediatamente después de la remodelación de la antigua Pediatría, que acogerá la hospedería para profesionales y pacientes y familiares desplazados desde Formentera y que estará habilitada antes del verano, apuntó el gerente. Además, estos trabajos se abordarán de forma simultánea a la reconversión de la anterior zona de consultas externas para acoger de nuevo al centro de salud de Can Misses, que abandonará finalmente el ambulatorio de la avenida 8 d'Agost. «Iba a ser algo provisional y lleva allí años», recordó el gerente.

El director del Servei Balear de Salut, Juli Fuster, señaló que la adecuación de las plantas de Maternidad y Traumatología es una obra «sencilla». No será necesario tirar tabiques, pero sí modificar los elementos de los baños de manera que permitan la maniobrabilidad de las sillas de ruedas. En un principio, en cada planta habrá 15 habitaciones dobles. Sin embargo, varias de estas, más amplias y con más luz natural, se destinarán a enfermos terminales. Cuando sea uno de estos pacientes quien ocupe las habitaciones, éstas serán individuales, con el objetivo de garantizar la intimidad de estos pacientes y sus seres queridos. De hecho, estas habitaciones contarán con una cama o un sofá para que puedan estar acompañados en todo momento.

Cuando se ponga en marcha, la unidad estará atendida por personal sanitario. Al tratarse de antiguas plantas de hospitalización, cuentan ya con todo lo necesario para ello: control de enfermería, sala de espera, alquiler de fungibles y espacio de descanso para el personal, entre otros.

La reforma del viejo Can Misses, presupuestada en 2,5 millones de euros, incluye también la ampliación de la zona mortuoria y un espacio de atención sociosanitaria para las asociaciones en las antiguas Urgencias. El gerente reconoció que este proyecto es el que va más retrasado.