La «incidencia técnica» ocurrida con la grabación de la declaración por videoconferencia del investigado por presunto maltrato y acoso a Sara Calleja no es algo extraordinario, según confirman diversas fuentes judiciales y de la Fiscalía consultadas por este diario, y se suma a la penosa situación en la que se trabaja a diario en los juzgados de Ibiza.

Fallos técnicos en las grabaciones o también en el sistema informático, como ha ocurrido esta semana son parte de la realidad de una sede judicial obsoleta en la que días atrás habían sufrido de nuevo las consecuencias de la lluvia, que inundó el sótano y dejó inutilizados los dos acensores, y habían visto hasta caer cascotes del techo de uno de los balcones.

«Eso ha pasado muchas veces», resaltan desde la Fiscalía en relación a que no sea posible escuchar una grabación realizada, pues a veces no se comprueba el sonido antes y otras, incluso comprobando, sucede por algún fallo, como señalan también fuentes judiciales. «Y suele pasar con videocoferencias, que hay que conectar con la tele y demás», añaden.

Otros fallos

Estos no son los únicos problemas, a los que hay que sumar fallos del propio sistema de videoconferencias en sí, que retrasan su realización.

Esta semana además han sufrido incidencias con el sistema informático que se utiliza en los juzgados, después de que el viernes se llevara a cabo una actualización.

El miércoles fuentes judiciales explicaban que durante el lunes y el martes los programas que utilizan iban muy lentos y que había algunas aplicaciones a las que no tenían acceso. Incluso con el acceso a Internet había problemas. «Todo va lento y funciona mal», se quejan las fuentes consultadas.

Todo ello en unos juzgados ya de por sí colapsados donde esto significa acumular más retrasos y en los que se supone que deben trabajar con expedientes digitales y el mínimo papel.