El Consell no renuncia a poder aplicar límites a la entrada de coches a la isla, aunque por la falta de mecanismos legales para lograrlo, por el momento desde la institución se centrarán en tratar controlar el tamaño de las flotas de alquiler que operan en la isla en verano.

En este caso tampoco se pueden establecer límites al volumen de coches que desplaza cada empresa, pero sí se puede exigir a las empresas de rent a car de que dispongan de las instalaciones mínimas a que les obliga la normativa, apunta el presidente del Consell, Vicent Torres. «Lo que haremos será incrementar los controles para que las flotas que llegan del exterior dispongan de una oficina y, sobre todo, de un lugar donde pueda ´dormir´ toda su flota», indica Torres.

En este sentido, recuerda que «si no están alquilados», los coches de alquiler no pueden ocupar espacios en los aparcamientos públicos, recintos que «no son para unas flotas industriales para unos negocios concretos», reitera el presidente. Es el caso de lo que ocurre en el aeropuerto, donde se han multiplicado las quejas por el colapso del aparcamiento debido a que un rent a car lo usa para la entrega de coches a sus clientes. Esta situación, según Torres, se repite también en otros lugares, a pesar de que la normativa obliga a hacer las entregas «en una nave o un aparcamiento privado». Por ello insiste en que desde el departamento de Turismo, en el ejercicio de sus competencias, se está revisando la situación para «poner orden». «No queremos demonizar el sector, pero vigilaremos dónde se sitúan las flotas», asegura.

La institución también ha iniciado «un proceso urgente de registro» para conocer el volumen de coches que mueven los rent a car. De hecho, el presidente, apunta que en el segundo trimestre del año «se han inscrito muchas».