La UTE adjudicataria del servicio de vigilancia de playas en el municipio de Sant Josep (formada por las empresas Mar Save y Proactiva) asumirá multas de entre 1.501 y 3.000 euros si no garantiza la asistencia al baño de las personas con discapacidad, contemplada como una falta «muy grave». Una portavoz del Ayuntamiento señaló ayer que la concejala de Bienestar Social, Ana Ribas, habló con representantes de Apneef para pedirles perdón porque aún no esté en marcha este servicio. Esta misma portavoz explicó que la adjudicación del servicio se ha retrasado «por la acumulación de procesos de contratación y licitación que han colapsado los servicios técnicos y jurídicos de la casa». Aseguró que el próximo fin de semana, seguramente el viernes, las playas de Sant Josep ya contarán con socorristas. Eso sí, el Consistorio no garantiza que el mismo viernes ya esté operativa la silla anfibia. Según el pliego de condiciones, Platja d´en Bossa debe estar atendida durante la temporada alta con cinco profesionales, aunque el documento no especifica cuántos debe haber en la torre de la zona de baño accesible. Sí señala que la empresa «deberá habilitar un teléfono de contacto para los usuarios y colocar a su cargo una plaza con la oferta del servicio y el teléfono de contacto».