El Ayuntamiento de Santa Eulària justificaba recientemente el proyecto de usar provisionalmente esta planta por la necesidad de destinar un caudal de un millón de metros cúbicos de agua desalada al año a Roca Llisa, Sant Carles y es Canar, las zonas cuyos pozos se encuentran en peor estado por la concentración de sulfatos y cloruros, sobre todo en verano, cuando se multiplica la demanda.

Es una quinta parte de la capacidad máxima de producción de esta desaladora. El alcalde Vicent Marí explicó en su momento que esperaba que el Ministerio aceptara poner en marcha temporalmente esta planta y que esta iniciativa «no supone ningún coste» para el Estado ni la empresa concesionaria. Además, dijo que sería «bueno» para las propias instalaciones, que están paradas.