José Ramón Bauzá, presidente del Govern balear, se lavó ayer las manos y dejó el futuro de Guillem Estarellas, secretario de Educación y conseller en la sombra durante el mandato de Joana Maria Camps, en manos de la nueva titular de la conselleria, Núria Riera: «La consellera tiene ahora libertad absoluta para desarrollar su equipo y acabar de estructurar el que considere más adecuado con las personas que considere más adecuadas. Es una decisión de la consellera, como no puede ser de otra manera», manifestó ayer Bauzá tras la clausura de la X Escuela de Verano de Nuevas Generaciones celebrada desde el viernes en es Figueral (Ibiza).

Como ya informó este periódico, desde el Govern no se descarta el relevo de Estarellas, al que se considera impulsor del TIL y responsable del enconado enfrentamiento entre el Ejecutivo balear y la comunidad educativa desde que el trilingüismo empezó a ser aplicado el pasado año. Al parecer, Riera desea asumir todo el poder de la conselleria y evitar, como sucedía con Camps, que Estarellas tenga tanto o más poder que ella y sea una especie de conseller en paralelo.

«Del error se aprende»

Aunque durante su charla con los jóvenes de Nuevas Generaciones dijo que «del error se aprende», Bauzá no considera que se haya equivocado en su táctica de conflicto perpetuo con la comunidad educativa: «Todo el mundo que toma decisiones comete errores, pero lo importante es que tenemos la convicción de que el trilingüismo es lo mejor para nuestros niños. Y desde el respeto a otras formas de pensar, como la inmersión lingüística, que nosotros respetamos pero no compartimos, hemos aplicado nuestro programa electoral».

Según esgrimió en defensa de su política educativa, «el inicio del curso escolar se ha llevado a cabo con toda normalidad, el trilingüismo ya lleva un año aplicado, los resultados de las pruebas hechas a los cursos del TIL nos dicen que no hay ningún inconveniente pese al caos y al apocalipsis que algunos habían anunciado, los proyectos están aprobados en algunos centros, los padres han comprado los libros y la Administración ha contratado a 434 profesores interinos en función de las especialidades».

«Las pruebas son científicas»

Respecto a la denuncia efectuada por la Assemblea de Docents de que esas pruebas sobre la aplicación del TIL están llenas de trampas estadísticas, Bauzá lo negó tajantemente: «Las pruebas son científicas y demostrables. Dan los resultados que dan. Sé que algunos no les han agradado, pero demuestran que el trilingüismo se ha aplicado sin problemas».

Tampoco le preocupa (al menos por lo que dice en sus declaraciones a los medios) que el TIL le vaya a pasar factura en las elecciones autonómicas y municipales: «Asumimos las decisiones en base a lo que consideramos mejor para la sociedad. Si pensáramos en la factura que nos podría pasar, no habríamos tomado ni una sola decisión desde el inicio del gobierno de esta Comunitat Autònoma. Somos un Govern valiente que asume la dificultad y sus compromisos. [...] Pensamos en las próximas generaciones, no en las próximas elecciones. No tomamos decisiones en función del rédito electoral».

X escuela de verano | Chicos, «sin miedo y con la cabeza bien alta»

Más que una escuela de verano (celebrada en otoño), la clausura del encuentro de es Figueral parecía una sesión de terapia emocional para políticos vocacionales con estrés postraumático. Los mayores se encargaron de animar a los más pequeños, a los que se supone que la desafección de los ciudadanos hacia los políticos pasa factura psicológica. «No tengáis miedo a defender las posiciones del PP en cualquier conversación con amigos o familiares», les conminó Vicent Serra, presidente del Consell y del PP de Ibiza, en una soflama que recordaba a Lord Cardigan mandando a la brigada ligera al desastre en la batalla de Balaclava. Eso de animar a los cachorros del PP debe tratarse de una consigna de partido, dado que su paisano, José Vicente Marí Bosó, conseller de Hacienda balear, se apoyó en apabullantes datos macreconómicos que demuestran la mejora de la economía de la Comunitat para conminarles, también con espíritu castrense, a que llevaran «la cabeza bien alta». Las filas prietas, chicos, que lo estamos haciendo de maravilla, les vino a decir. El enemigo, según Serra, está delante, que no cunda el pánico: «No podemos dejar que gobiernen los socialistas, porque cuando están en las instituciones no saben ni gastar ni gestionar».