Los ayuntamientos de Santa Eulària y Sant Josep y el Consell de Formentera han presentado alegaciones contra el proyecto de prospecciones petrolíferas en el golfo de Valencia por parte de la petrolera Cairn Energy, con argumentos similares a los del Consell de Ibiza y el Ayuntamiento de Sant Antoni. De este modo, todas las instituciones pitiusas manifiestan formalmente su oposición frontal a la búsqueda de petróleo en el Mediterráneo occidental. Las instituciones reclaman al Ministerio de Medio Ambiente que emita una declaración de impacto ambiental negativa al proyecto de Cairn Energy, así como que se realice una evaluación ambiental estratégica de la totalidad del programa de investigación del golfo de Valencia y de los demás proyectos similares en el Mediterráneo nordoccidental (en vez de hacerlo por partes, como ahora, lo que beneficia a la empresa) y que se suspenda de forma cautelar cualquier autorización o permiso hasta que se redacte un plan estatal que regule la exploración y explotación de hidrocarburos en esta zona del Mediterráneo.

Sant Josep y Santa Eulària solicitan personarse como Administración afectada y parte interesada para poder tener información directa y poder defender de forma «más eficaz» los intereses de sus ciudadanos.

Santa Eulària celebró ayer un pleno en el que aprobó por unanimidad el rechazo a cualquier actividad prospectiva o de explotación de hidrocarburos en el Mediterráneo occidental «por las graves afecciones medioambientales y socioeconómicas que podrían tener para un municipio y una isla con abundantes zonas de gran valor ecológico y que centra su actividad económica en el turismo». Además, todos los grupos del Consistorio aprobaron una declaración institucional en la que reclaman «que se desestime cualquier proyecto que resulte peligroso por sus impactos ambientales, sociales y económicos para la isla».

El Consell de Formentera recuerda en un comunicado que hoy acaba el plazo para que las Administraciones presenten alegaciones al proyecto recientemente conocido, el llamado ´Mar balear´ que promueve la empresa Spectrum, filial de Cairn Energy, y que está en fase de consultas previas. Tanto este como el del golfo de Valencia tienen como propósito obtener un plano de los posibles yacimientos de gas o petróleo en la franja este de Balears. El plan ´Mar balear´ abarca una superficie que llega a solo 20 kilómetros de la costa este de Formentera, según alerta el Consell, lo que supone «un nuevo riesgo de carácter acumulativo al proyecto del golfo de Valencia y del golfo de León».

Además, el Consell de Formentera advierte de que el Ministerio de Industria y Energía ha incumplido la Ley de Hidrocarburos, que fija la obligatoriedad de someter a información pública y dar cuenta a las partes interesadas de este tipo de proyectos, y sostiene que el Ministerio de Medio Ambiente vulnera las directivas europeas de hábitats y aves y de evaluación de proyectos sometidos a impacto ambiental. La primera directiva establece que no se pueden ejecutar acciones o proyectos «que no se justifiquen por razón imperiosa de interés público, como la salud humana o la seguridad pública». El Consell destaca el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas a las alegaciones contra las prospecciones, y al igual que Santa Eulària y Sant Josep, valora la importancia de la movilización ciudadana, que, liderada por la Alianza Mar Blava, promueve una recogida masiva de alegaciones cuyo éxito no tiene precedentes.

Las instituciones pitiusas advierten en sus alegaciones de que en el Informe de Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de Cairn Energy faltan datos o se hace una valoración sesgada de los mismos y se ignoran los efectos que pueden tener los trabajos con cañones sonoros sobre muchas especies, como mamíferos marinos o aves, así como para hábitats protegidos por la directiva europea. Sant Josep advierte de que «se han omitido o subestimado» los impactos sobre especies y espacios protegidos del municipio y de la isla, algunos amenazados, en peligro de extinción o especies y hábitats especialmente protegidos por las normativas europeas. Ejemplos: el virot, la tortuga boba, las praderas de posidonia, los espacios de la Xarxa Natura 2000, el Parque Natural de ses Salines y la Reserva de es Vedrà, es Vedranell i els Illots de Ponent. Además, se resta importancia a la repercusión socioeconómica y sobre el turismo que tendrían estos trabajos, así como los posteriores sondeos o la explotación de las bolsas de hidrocarburos.

Ayuntamientos y consells plantean que el estudio de los impactos en el Mediterráneo occidental de la búsqueda de petróleo se debe hacer de forma conjunta y no proyecto por proyecto (como se ha hecho para facilitar la obtención de las autorizaciones medioambientales), ya que los efectos de cada uno son acumulativos y «pueden tener consecuencias muy negativas para los ecosistemas marinos y las costas del municipio», advierte el Ayuntamiento de Santa Eulària.

Sant Josep concluye que «las repercusiones ambientales graves e irreversibles que este proyecto puede tener sobre especies y ecosistemas de gran valor ecológico y la industria pesquera y turística son suficientes para plantear la no ejecución del mismo». El Ayuntamiento también critica que se han omitido el impacto y rechazo social generalizado que el proyecto ha generado.