El Grup Esportiu Es Vedrà anunció ayer la suspensión de la decimotercera edición del maratón en bicicleta de montaña Sant Josep Xtreme del próximo 20 de noviembre al no disponer del tiempo necesario para elaborar el estudio de impacto ambiental que le solicitó el Govern.

Según indicó ayer el presidente de la entidad, Bartolo Roig, la conselleria de Medio Ambiente les informó de la necesidad de realizar el estudio el pasado 6 de octubre (algo que no habían requerido en los anteriores 12 años) y ya no tienen tiempo para llevarlo a cabo. Un documento por el que las empresas especializadas les piden hasta 5.000 euros para un trabajo que tardarían «varios meses» en realizar. Algo inasumible para una prueba deportiva popular.

«No estamos a tiempo. Intenté ponerme en contacto con Medio Ambiente, pero fueron pasando los días y no recibí ninguna respuesta. Cuando conseguí hablar con ellos, sobre el día 12, me dijeron lo mismo: que estaba obligado a presentar el informe. No me dieron ninguna alternativa a la de contratar a una empresa privada, ya que es mucho trabajo y no tenemos tiempo de hacerlo», aseguró Bartolo Roig.

Según la carta que remitió el Govern a la entidad ibicenca, la solicitud se basa en la Ley 12/2006 que se publicó en el BOIB el pasado 20 de agosto. Además de una copia del proyecto de actuación, el Grup Esportiu Es Vedrà está obligado a presentar a la dirección general de Espais Naturals i Biodiversitat (Dgenb) un informe con todas y cada una de las incidencias que tiene la competición sobre el entorno.

«Tenemos que catalogar cada planta, cada animal y todos los posibles problemas y soluciones que pueden suceder en la carrera. No podemos quitar ni una rama de pino sin su permiso», apuntó Roig, quien afirmó que barajan el 1 de marzo de 2017 para celebrar la prueba. «Es una fecha que ya tenemos reservada en el calendario para un duatlón, por lo que no habría problema», apuntó.

La noticia cayó como un jarro de agua fría entre el colectivo de ciclistas de Ibiza y Formentera. De hecho, eran muchas las voces que pedían ayer una prueba alternativa organizada por los propios corredores. Un entreno en grupo para poder llevar a cabo el recorrido tradicional.

En referencia a este asunto, Bartolo Roig llamó a la calma a todos los deportistas. «Es importante que la gente se desahogue, pero no me gustaría que en la misma fecha se juntaran 300 bicicletas pasando por los caminos. Me gustaría que la gente saliera a entrenar, pero no sería bueno para todos que se llevará a cabo algo así», añadió el presidente del club Es Vedrà.

Asimismo, la organización confirmó que Elitechip devolverá el dinero a los 17 ciclistas que al cierre de esta edición figuraban en la lista de inscritos. Además, destacó el trabajo que se había hecho hasta el momento para ofrecer un recorrido alternativo, especialmente el realizado por Javi Viñals.

«[Viñals] se ha pasado dos años buscando caminos y pidiendo permisos a los vecinos para poder pasar por un circuito nuevo. Ha perdido mucho tiempo en ello. Es una pena», concluyó Roig.