El Ushuaïa Ibiza ha sido desde su incursión en la Superliga de voleibol un club iconoclasta. El equipo entró en la máxima competición nacional destrozando muros a cañonazos y ha sido la única escuadra que ha logrado que CAI Teruel y Unicaja Almería pusieran, en cierto modo, sus barbas a remojar. Tras una temporada brillante, en la que firmó el subcampeonato en la Copa del Rey y la clasificación para la fase final por el título, la formación ibicenca arranca una nueva odisea plagada de ilusión y dudas.

Los pupilos de Toni Gino Corona iniciaron ayer una exagerada pretemporada de 45 días. Un enorme vacío engullía el grupo. Faltaban Xavi Folguera, Saulo Costa, Juan Guerrero, Mariano Esteban y Mario Oliva, cinco jugadores capitales en los éxitos recientes, que han puesto punto final a su etapa en el equipo de Vila.

Corona y su reposado discurso califican la tarea de suplir tan sensibles bajas como «un bonito reto». Sin embargo, el mejor preparador de la mejor Liga de voleibol nacional las dos pasadas temporadas es perfectamente conocedor de las fichas que han abandonado el tablero. Su reemplazo se antoja imposible. Jugar al ajedrez sin torres es una tarea para Grandes Maestros, pero si alguien es capaz de afinar la maquinaria del Ushuaïa Ibiza con éxito es el técnico de Río Negro, que ya ha demostrado ser un estratega formidable.

Cinco bajas y tres refuerzos

El presidente del CV Eivissa, Javi Escandell, reitera año tras año la dificultad que entraña armar una plantilla competitiva. El club se encuentra con numerosas trabas para fichar a jugadores de primer nivel por el presupuesto del equipo, que está lejos de las grandes formaciones. «Tenemos que competir como un equipo profesional, aunque sin sus recursos económicos», recordó Escandell.

Cinco deportistas han abandonado Ibiza y únicamente tres serán los encargados de tratar que este gran proyecto deportivo no se desmorone. El colocador Pablo Dus (1990), el receptor José María Giménez (1995) y el central Elvis de Oliveira (1988), que llegará en breve a la isla después de solucionar unos trámites burocráticos en Brasil, son la apuesta de la directiva para esta temporada.

Unos fichajes que hacen explícita la idea que tiene en mente la directiva, que pretende consolidar el equipo a largo plazo conocedor de la epopeya que supone reemplazar a hombres como Folguera, Costa o Guerrero.

Sin embargo, pese a que Corona se mostró especialmente entusiasmado con esta nueva etapa, alertó indirectamente de que puede que los resultados tarden en llegar. «Es muy difícil quedar tercero o subcampeón de la Copa. No sé si hay gente que creerá que se puede lograr cada día. Puede que tengamos que acostumbrarnos a no estar arriba y empezar desde la zona baja, con humildad, para seguir trabajando y tratar de construir un equipo competitivo. Si no es este año será otro», matizó el técnico, que también aludió a las nuevas incorporaciones: «Son jóvenes y tienen ilusión por formar parte del futuro».

La primera plantilla del Ushuaïa Ibiza realizará un trabajo mixto las dos primeras semanas. Por un lado, el contacto con el balón será el protagonista tres días a la semana (lunes, miércoles y viernes), mientras que los otros dos los dedicarán al físico, «buscando mejorar el fondo y la fuerza».

Después de realizar con éxito las anuales piruetas contables, el club presidido por Escandell afronta una vez más la tarea de conseguir inocular el veneno del voleibol al público ibicenco. El futuro pasa por llenar el pabellón de Es Viver, que será más que nunca un jugador determinante.