«Si nos cierran el circuito provisional, rematan al motociclismo ibicenco». Así de contundente se muestra Matías Rodríguez al valorar la posibilidad de que el trazado vuelva a ser clausurado en 2013. Durante el año pasado, al no cumplir con la normativa antincendios del Govern, no se pudo entrenar ni competir entre mayo y octubre.

El tiempo pasa y el calor se acerca. Ahora mismo, el trazado no estaría en disposición de utilizarse al no tener el camino de acceso una franja de seguridad (limpia de matojos y matorral) de diez metros. «Arreglar este tema depende del Consell. Nosotros nos ceñimos a la legislación», comentaron hace unos días fuentes de la conselleria balear de Medio Ambiente.

Pese a comprometerse a ello, la máxima institución insular no pudo efectuar estos trabajos por no disponer de fondos, dejando en balde los esfuerzos económicos que acometieron los pilotos para adecentar los bordes de la instalación (el otro requisito que puso Medio Ambiente), y que ascendieron a 6.000 euros. Viéndole las orejas al lobo, ha sido la propia delegación insular la que ha intentado buscar una solución durante los últimos meses.

Los moteros se han puesto en contacto con los profesores que imparten el módulo de Trabajos forestales y conservación del medio natural en el IES Xarc de Santa Eulària. Según afirma Rodríguez, «hay predisposición y los alumnos harían estos trabajos como prácticas». La intención es que esta tareas se lleven a cabo «inmediatamente» después de recibir el beneplácito del Consell. «Me lo han comunicado y nos parece muy buena idea», comentó ayer Rafael Triguero. Durante los últimos meses, la conselleria no había indicado sí podría cumplir con recursos propios la promesa que les hizo a los pilotos en junio de 2012.