Aunque en su partida de nacimiento figure Johnson como segundo apellido y trepando por las ramas de su árbol genealógico uno acabe en Manchester la pasión que siente Lucas Casariego por el rugby no se fraguó entre pinta y pinta en los pubs de los industrializados Midlands ingleses. Para comprender la afición por el balón ovalado de este ibicenco de Sant Miquel (28 de julio de 1994) hay que remontarse a Francisco, su padre, un madrileño que jugó «hace bastantes años», según afirma el jugador del Ibiza Club de Rugby sobre su progenitor, en el máximo nivel del rugby español en las filas del Cisneros.

Desde ayer, el primero de la saga de los Casariego puede mirar con gran orgullo paterno a su vástago. A sus 17 años, Lucas ha sido seleccionado para acudir a la concentración de la selección española sub´18, grupo que se reúne desde hoy hasta el domingo en Tarazona (Zaragoza) para preparar el próximo Campeonato de Europa.

La cita será en Madrid del 29 de marzo y al 7 de abril y el pitiuso se ha enganchado en el último momento, pero con mucha fuerza, al tren continental. Si responde en tierras mañas y no cae dentro del cupo de cuatro o cinco descartes, Casariego tiene bastantes opciones para entrar en la lista definitiva y debutar como internacional por todo lo alto, en competición oficial.

Así lo ve Jason Harvey, coordinador de la cantera del club ibicenco –el único de las Pitiüses–, que recuerda como si fuera ayer el día en el que Lucas apareció en Can Misses por primera vez, hace ahora cuatro años. «Vino un día con su madre, sin avisar, y empezó a jugar con los equipos de cantera. Desde el principio vimos que tenía una gran pasión por el deporte. Tiene buena técnica y placa fenomenal, pero su punto fuerte es que tira del equipo», comentó ayer este galés, al que la convocatoria de su pupilo le ha alegrado incluso más que el reciente triunfo de su país natal en el VI Naciones.

Directo al equipo estatal

Esas cualidades son las que han conducido al cachorro insular hasta el ´XV del León´ (sobrenombre por el que se conoce a la selección española) y ya se encargó de exhibirlas durante el último Campeonato de España de selecciones territoriales, donde Balears consiguió llegar a la final contra todo pronóstico para ceder ante Euskadi.

Para Harvey, este reconocimiento se asemeja a la alegría que se puede sentir en un pueblo envejecido «en el que nace un niño por primera vez en muchos años». Sin duda, el regalo perfecto para un Ibiza Club de Rugby que ha cumplido diez años esta campaña consiguiendo una histórica permanencia en su debut en Primera Nacional.

La cifra193 centímetros. Un tercera línea muy alto

Lucas Casariego ocupa la demarcación de ´8´ sobre el terreno de juego, ocupando el centro de la tercera de las cuatro líneas en las que se disponen los quince efectivos que forman una alineación en la versión clásica de este deporte. Su altura le permite jugar también en segunda línea.