Los hechos que hoy se juzgan se remontan a un viaje a Ribadeo, Lugo, en agosto de 2014, en el que Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como ‘el pequeño Nicolás’, queda en un restaurante con un empresario y se hace pasar, presuntamente, por un enlace entre el Gobierno y la Casa Real. Acudía a la cita escoltado por policías a los que, según la Fiscalía, abonó 2.000 euros. Piden para él siete años de cárcel y 81.000 euros de multa por falsedad, estafa y usurpación de identidad. Ante el tribunal lo ha negado asegurando que “solo quería tirarse el pisto y sentirse poderoso”. Junto a él, juzgan al cabo de la Policía Municipal de Madrid y al policía municipal de Torrijos, Toledo, que estuvieron con él. Para cada uno de ellos piden cinco años y medio de prisión. Este es tan solo el primero de los juicios a los que tendrá que enfrentarse, ya que tiene al menos otros tres pendientes. Se enfrentaría en total a 26 años y 9 meses de prisión.