Según explica Yvette Pons, el "mewing" es una técnica creada por el ortodoncista británico llamado John Mew que consiste en “una serie de ejercicios para ayudar a que la lengua se mantenga en su posición correcta, contra la parte superior y anterior del paladar a través de una suave presión. En los últimos años, se ha hecho bastante popular a través de las redes sociales, pues se cree que puede llegar a cambiar la morfología de la mandíbula y de los maxilares superiores, pero la realidad es que no hay evidencias científicas que la respalden para este fin”. “Para entrenar la posición de la lengua, hay que apoyarla y presionarla suavemente a lo largo de todo el paladar, pero sin tocar los dientes, pues podríamos desviarlos”, recomienda la experta. Y nos anima a pensar en la acción de nuestra lengua al tragar, pues supone precisamente “el apoyo correcto que deberíamos mantener durante todo el día, menos al hablar y al masticar”.