La UD Ibiza ofreció este domingo dos caras bien distintas en su visita al estadio de Mendizorroza. Los de Lucas Alcaraz se mostraron muy blandos en defensa en la primera parte y concedieron muchas facilidades a un Alavés que les sacó el máximo provecho para colocarse con un ventajoso 3-0, poco después de cumplirse la media hora de partido. Sin embargo, tras el descanso, el equipo celeste puso más de su parte y le metió más tensión al choque, lo que permitió a los isleños acercarse en el marcador (3-2) y llegar a poner en aprietos a los locales, que terminaron por imponerse 4-2 en el tramo final del duelo.
Fútbol - Segunda